Madrid

San Ginés aumenta las celebraciones para imponer la ceniza al comienzo de la Cuaresma

  • Titulo: Infomadrid
  • Firma: San Ginés celebra el Miércoles de Ceniza
  • Fin Agenda: 14-02-2018
  • Galeria: 2018-02-14

Este 14 de febrero, Miércoles de Ceniza, da comienzo el tiempo litúrgico de la Cuaresma.

En esta jornada, la Real Iglesia parroquial de San Ginés (c/Arenal, 13) celebrará la Eucaristía con imposición de ceniza, en los siguientes horarios: 09:00, 10:00, 11:00 y 12:00 horas por la mañana; 18:00, 19:00 y 20:30 horas por la tarde.

La Misa solemne será cantada por un Cuarteto vocal acompañado de órgano.

El cardenal Osoro asiste a la toma de posesión del nuevo obispo de Getafe, monseñor Ginés García Beltrán

  • Titulo: Infomadrid
  • Firma: El cardenal asiste a la toma de posesión del nuevo obispo de Getafe
  • Fin Agenda: 24-02-2018

Monseñor Ginés García Beltrán tomará posesión como obispo de Getafe el próximo 24 de febrero, sábado.

A las 12:00 horas presidirá una solemne celebración de la Eucaristía en la el santuario del Sagrado Corazón de Jesús, de Getafe.

El cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, acompañará al prelado y concelebrará con él en esta primera Eucaristía de toma de posesión de la diócesis de Getafe. También le acompañarán el nuncio, monseñor Renzo Fratini; el cardenal arzobisspo de Valladolid y presidente de la CEE, monseñor Ricardo Blázquez; el cardenal arzobispo de Barcelona, monseñor Juan José Omella; el cardenal arzobispo emérito de Madrid, monseñor Antonio María Rouco Varela; y el cardenal arzobispo emérito de Sevilla, monseñor Carlos Amigo.


La retransmisión podrá seguirse por Radio María y por TRECE, a partir de las 12:00 horas. De esta manera, TRECE continúa reforzando su compromiso con la actualidad sociorreligiosa y las acciones de la Santa Sede y de la Iglesia Católica en España.

 
 

 

Las parroquias de la Vicaría III financian un proyecto de Manos Unidas en India

  • Titulo: Infomadrid
  • Firma: La Vicaría III financia un proyecto en la India
  • Fin Agenda: 13-02-2018

Dentro de la 59 campaña contra el hambre de Manos Unidas, que se celebra con el lema Comparte lo que importa, las parroquias de la Vicaría III van a financiar un proyecto de seguridad alimentaria para un medio de vida sostenible en Telangana (India).

Este proyecto se desarrolla en 15 aldeas del municipio de Chilpur, en el distrito de Jangoan, a 30 km de Warangal, en el estado de Telangana, ubicado en el centro sur de la India.

La falta de lluvias y la inadecuada orografía del terreno para el almacenamiento de agua provoca escasez en los cultivos y, por lo tanto, una mala alimentación. Agravando la situación, muchos de los pozos que abastecen a las aldeas tienen agua non recomendable para la salud. Los habitantes son en su mayoría tribales, descastados e intocables que viven por debajo del umbral de la pobreza y con una tasa de alfabetización por debajo del 50%. De estas familias, muchas tienen pequeñas propiedades, y los restantes o bien no tienen tierras o tienen menos de un acre. Estos pequeños agricultores viven en situaciones límite, siempre pendientes de la evolución de las lluvias y, por tanto, de las cosechas. En muchas ocasiones tienen que acudir a los prestamistas para poder hacer frente a los gastos de las futuras cosechas, y llegan en muchas ocasiones a perderlo todo. Las cosechas son escasas, no solo por la falta de agua, sino también porque el terreno está muy degradado por el excesivo uso de abonos químicos, pesticidas y el monocultivo, y no tienen formación para cambiar esta tendencia. La situación se agrava porque no cuentan con otra forma de ganarse la vida por falta de recursos y de formación.

Los servicios sociales de la diócesis de Warangal llevan trabajando en esta zona desde hace 25 años con proyectos agrícolas y de mujeres. Los beneficiarios actuales han visto los efectos que sobre la comunidad ha tenido el proyecto anterior realizado por esta organización, y ellos mismos han solicitado participar. Piden la colaboración de Manos Unidas para un programa de dos años en el que se pretende mejorar las condiciones de vida de los más pobres: aumentando en un 50% los ingresos de las familias a través de la mejora de la calidad agrícola, y formación en actividades generadoras de ingresos en las 15 aldeas en las que se lleva a cabo el proyecto; mejorar en un 30% los ingresos de  la agricultura, aumentando la producción y reduciendo el uso de químicos, además de promocionar huertos y cultivos tradicionales; y mejorar en un 30% los ingresos derivados de la agricultura a través de la mejora del riego y construcción de infraestructuras que mejoren el acceso al agua para 1.200 familias.

Las actividades que se van a llevar a cabo son: fortalecimiento de la sociedad civil con la creación de comités de aldea a los que se les pondrá en contacto con las autoridades locales para aprovechar las ayudas del Gobierno; fortalecimiento de los agricultores formándoles en la mejora de los campos y riego, agricultura sostenible, pesticidas naturales, abonos naturales y multicultivo, semillas; se construirán 60 pilones para la producción de abonos naturales, y 20 estanques artificiales; se mejorarán los pozos abiertos; se fortalecerá a 96 «grupos de mujeres»; se dará apoyo y formación a las mujeres y jóvenes para la generación de ingresos alternativos, se formará en el cuidado de animales domésticos y conocimientos veterinarios, y se aportará a los grupos de mujeres gallinas para que puedan mejorar su alimentación y les sirva como aportación extraordinaria de ingresos.

El proyecto beneficiará directamente a 1.150 mujeres y 750 agricultores, los cuales habrán asegurado su sustento y el de sus familias. Y contarán con fuentes adicionales de ingresos que les permitan ser más independientes de la situación climatológica.

Manos Unidas financiará el 90% de las actividades, siendo la aportación local del 10%, sobre todo en apoyo de la construcción de las infraestructuras de agua, en la compra de insumos y contribución en la compra de ganado y aves. El proyecto beneficiará directamente a la comunidad en general.

El cardenal Osoro, con las entidades de acogida y hospitalidad: «El corazón de la Iglesia no puede estar cerrado a nadie»

  • Titulo: Alfa y Omega / Cristina Sánchez Aguilar

«El cartel de “Bienvenidos refugiados” es un discurso retórico. También el de “acoger y proteger”, que tanto pide el Papa Francisco, si no nos ponemos a la obra». La realidad es que en estas noches de duro inverno, en Madrid, «decenas de personas subsaharianas se han quedado en la calle, y las personas que han estado al pie del cañón acogiendo y protegiendo han sido las mismas de siempre. Esto pone sobre la mesa la necesidad de ponernos las pilas como Iglesia en Madrid. No podemos quedarnos en una retórica repetida, tenemos que dar un paso más y este es el momento de articularlo». José Luis Segovia, vicario de Pastoral Social e Innovación, daba así comienzo, la tarde de este lunes, al encuentro del cardenal Osoro con un centenar de representantes de diversas asociaciones, congregaciones y también laicos comprometidos en la acción social en la archidiócesis, en el que se dio el primer paso de recoger las propuestas individuales y la reflexión ante la situación de emergencia. El segundo paso será articular, a través de la Mesa de Hospitalidad, una serie de líneas con las que trabajar conjuntamente.

Pepa Torres, religiosa apostólica del Sagrado Corazón, es miembro de Red Interlavapiés, una de las asociaciones que ha trabajado en la acogida durante la campaña del frío de los subsaharianos que se han quedado sin plaza en los albergues municipales. «El 18 de enero –la llamamos la noche que se congelaron las pancartas, por que el frío ahogó hasta las reivindicaciones– había 54 personas en la calle, entre ellas 22 senegaleses que acababan de salir del CIE y que no tenían dónde ir. De estas personas, 17 eran solicitantes de protección internacional, muchos de ellos llegados directamente desde Andalucía, donde pasan tres días hasta que los meten en un autobús y los dejan en Madrid», explicó.

Esta crisis de acogida que, después de mucha presión al Ayuntamiento, al Defensor del Pueblo y al Ministerio de Empleo y Seguridad Social, «está resuelta malamente» –se han ampliado plazas en los albergues municipales–, lo que hace es «poner de manifiesto que los programas de ayuda humanitaria no están funcionando». Para Torres, «es necesario un programa integral de acompañamiento, con permanencia en el tiempo y con calidad. Y esto requiere voluntariado, pero también una inversión económica».

La campaña del frío, añadió Carmen Cabrillo, trabajadora de Sercade (Servicio Capuchino para el Desarrollo), «tiene unos dispositivos que no están pensados para la población migrante recién llegada. Tiene más que ver con las personas sin hogar de largo recorrido, y esta es una de las razones por las que estos chicos se han quedado fuera». Ahora, con las plazas ampliadas, «entran por la noche y salen por la mañana; esto no tiene nada que ver con programas de integración ni de acogida, lo que provoca que se vayan a Francia o Alemania y luego vuelvan después de varios meses, porque los retornan, todavía más destrozados». Es buen momento, afirmó Cabrillo, «de pensar en un plan a medio plazo y ofrecerles algo que les dé un poco de estabilidad».

La necesidad de los corredores humanitarios

Tras escuchar las intervenciones de una decena de asistentes –varios de ellos subsaharianos que dieron su experiencia de acogida en asociaciones o familias madrileñas– el cardenal Osoro agradeció las palabras de todos, «que son también palabra de Dios», y recalcó que «el corazón de la Iglesia y de los que somos parte de la Iglesia no puede estar cerrado absolutamente a nadie».

Ante las diversas propuestas escuchadas, el arzobispo de Madrid reiteró la importancia de «no dar solo la mano, no solo de abrir la puerta y dejarlas allí, sino de dar todas las posibilidades para que estas personas se queden», y puso como ejemplo la labor de la Comunidad de Sant’Egidio en Roma: «Se enseña el idioma, pero también la cultura, las costumbres…». Modelo que está empeñado en implementar en España, como él mismo reconoció. «He hablado con el Gobierno y con ministros de los corredores humanitarios y sigo insistiendo, porque creo que son necesarios».

Por eso, invitó a los presentes «a ver qué programas tenemos que hacer, no solo de acogida. Debemos funcionar con el corazón, porque sin un corazón grande las cosas no funcionan, pero hay que funcionar con la cabeza también».