Este domingo se celebraba en toda la Iglesia el Día de los Abuelos y las Personas Mayores, convocado por el Papa Francisco. Un día de especial relevancia para la organización Mensajeros de la Paz, que lleva 25 años trabajando por las personas de la tercera edad que han conmemorado con una eucaristía presidida por el arzobispo emérito de Madrid, cardenal Carlos Osoro en la iglesia de san Antón. Como recuerdan desde la institución, estos últimos años trabajan «más que nunca el problema de la soledad no deseada», que sufre el 13% de la población, «especialmente en personas mayores».

Como invitados de honor al acto, participó el periodista Luis del Olmo, como presidente de honor nombrado para este día por Mensajeros de la Paz. En su pregón, del Olmo reivindicó a los mayores como «los transmisores del legado de nuestra historia» en un mundo en constante cambio. También el delegado del Área de Gobierno de Políticas Sociales, Familia e Igualdad del Ayuntamiento de Madrid expresó que «los abuelos son magos con capacidad de crear recuerdos inolvidables para sus nietos».

El impulsor de esta fiesta de los Abuelos y las Personas Mayores comenzó hace 25 años de la mano del padre Ángel, fundador de Mensajeros de la Paz y de Lina Morgan, recordaba el cardenal Osoro, «y ahora la Iglesia lo ha incorporado como algo especialmente importante, porque ellos son la memoria y la historia de la Humanidad». Apuntó también que las personas mayores han sabido comprometer su existencia nos enseñan por dónde tenemos que ir. Esta fiesta es, entonces, el reconocimiento de la Iglesia de «la grandeza de la experiencia de la vida humana, trabajadas en la realidad de su tiempo». Como muchos antes, «nosotros queremos ser hombres y mujeres que participanmos del Reino. Aunque aportemos cosas pequeñas, podemos aportar grandeza de corazón».

Las personas mayores, continuaba Osoro son «gente trabajadora que han construido este mundo con el sudor de su frente», personas que se han puesto «a disposición del mundo para aportar algo diferente». «Lo que osmos y tenemos nos lo han dejado ellos con su trabajo, desgastando su vida» y ha puesto de manifiesto su importancia en la transmisión de la fe: «Ellos nos han comuncado quién es el Señor».

Para la celebración de este 25 aniversario, Mensajeros de la Paz han recibido cartas de adhesión de más de 30 personalidades políticas de todos los partidos que quieren también comprometerse en la lucha contra la soledad no deseada. El presidente del gobierno, ministros y presidentes de comunidades autónomas, alcaldes y concejales de municipios españoles expresaban así el agradecimiento al trabajo de la organización que, tras un cuarto de siglo, sigue trabajando, como ellos explican «por el bienestar de nuestros abuelos y abuelas, llevando a cabo programas y proyectos que promuevan su inclusión, cuidado y respeto en la sociedad». 

Ni la canícula, ni las vacaciones, ni las elecciones han impedido que la parroquia Nuestra Señora de los Desamparados en el barrio de san Cristóbal, distrito madrileño de Villaverde, se convierta por un rato en el centro de la Iglesia de Madrid. «Hemos estado en el norte, en la sierra; el domingo pasado estuvimos en el centro, en Vallecas, y hoy queríamos venir al sur», decía monseñor José Cobo, arzobispo de Madrid. Así termina la última de las tres eucaristías de inicio del ministerio pastoral programadas para este mes de julio. «Todos se han volcado en preparar la visita», explicaba el párroco Jaime Vales al inicio de la Misa.

«El Reino de Dios ya habita en Villaverde», comenzaba Cobo, porque en medio de las dificultades y agobios, de «las heridas de nuestra gente», se encuentra Dios. A veces no nos damos cuenta, reflexionaba el arzobispo que Dios «ha decidido otro ritmo diferente al de la tecnología, ha elegido el ritmo de la semilla, que es más lento». En ocasiones, continuaba el prelado, podemos ser «rácanos» en la siembra, pero Dios, como en el Evangelio de la semana pasada, siembra en todas partes.

Este domingo, añadía monseñor Cobo, «Jesús nos advierte de que Dios no es el único que trabaja. Otros se lo ponen difícil a la siembra» y eso, «nos puede desanimar». Pero Dios está presente y es «más fuerte que el mal». Aunque en algunas ocasiones no lo parezca, «es una insensatez pensar que Dios no crece entre nosotros»: Jesús apuesta a que el trigo puede crecer entre la cizaña.

Del mismo modo, expresaba el arzobispo haciendo referencia a la parábola de la mujer que pone levadura para hacer el pan: «Por un poquito que pongas de tu parte, Dios hace el resto», decía. Porque parece que las cosas se enquistan, que no salen, que cuestan o nos desaniman, aunque «un poquito de levadura hace que fermente la parroquia y el barrio».

El vicario territorial, Juan Pedro Gutiérrez ha recordado que hace 60 años que el arzobispo de entonces, monseñor Casimiro Morcillo  «quiso que en cada barrio hubiera una parroquia», también en Villaverde. Eso, explicaba, ha permitido que la Iglesia tenga presencia en cada lugar de la ciudad y del barrio. Hoy, «recibimos a nuestro nuevo obispo y queremos mostrar la comunión con él para que pueda seguir animando la vida de la vicaría y de la Iglesia de Madrid».

«La iglesia de Madrid necesita a Villaverde. Si falta, a Madrid le falta algo y si faltáis vosotros a Madrid le falta algo», se despedía el prelado, que no perdió la oportunidad de pedir que recen por él. Terminan así las tres primeras misas que dan por comenzado el ministerio pastoral de monseñor José Cobo como arzobispo de Madrid desde que el pasado 8 de julio tuviese lugar la ceremonia en la catedral. Próximamente, el arzobispo de Madrid viajará a Lisboa donde se reunirá y acompañará a los jóvenes de la diócesis en la Jornada Mundial de la Juventud.

Encuentro y Solidaridad organiza un año más, en la Casa Emaús de Torremocha de Jarama, los conocidos como Encuentros para la Solidaridad. Un espacio de formación y convivencia que ofrece a los participantes la oportunidad de plantearse juntos los retos del mundo en el que vivimos, al tiempo que permite vivir una experiencia de colaboración y amistad entre todos los asistentes.

Los cursos previstos para este año son:

• Salud mental y jóvenes. Miradas y respuestas creativas
  • Del 28 al 30 de julio
  • Un curso para que padres, madres y profesionales relacionados con la infancia y juventud puedan encontrarse para dialogar sobre algunos de los factores que impactan en la salud mental de los jóvenes, y cómo responder a ellos en las familias, en la sociedad y en las instituciones. Durante el mismo, niños y jóvenes tendrán sus propias dinámicas para pensar y actuar juntos sobre estos temas.
• Ejercicios espirituales ignacianos
  • Del 31 de julio al 4 de agosto
  • Realizados de forma personalizada, con la colaboración de la ACHEESIL.
• Jornadas de trabajo, diálogo y reflexión
  • Nuestra profesión, ¿un espacio para la transformación?
  • Del 5 al 7 de agosto
  • En estos días de convivencia, diálogo y trabajo con las manos pretenden encontrarse con personas que han hecho de su profesión una herramienta para transformar la sociedad. Las mañanas se dedicarán a tareas de mantenimiento general de la casa Emaús y, durante las tardes, tres personas distintas compartirán cómo ha sido su experiencia profesional. Cada jornada concluirá con espacios para la música, el teatro y el contacto con la naturaleza.
• Jornadas de Formación y VI Asamblea Nacional de Encuentro y Solidaridad
  • Del 8 al 12 de agosto
• En construcción de un plan B: salud mental, vivienda, inmigración…
  • Del 1 al 3 de septiembre
  • Encuentro para jóvenes entre 18 y 26 años. Se trata de buscar un Plan B frente al plan de la precariedad, las adicciones, las enfermedades mentales, el consumismo o individualismo… Ofreciendo a los jóvenes la oportunidad se ser protagonistas conscientes de sus propias vidas. Dirigido a todos aquellos que quieran vivir una experiencia de encuentro, formación y ensayo de nuevas posibilidades.
• Campo de trabajo de jóvenes
  • Del 4 al 6 de septiembre

Más información e inscripciones en este enlace. 

La parroquia San Ignacio de Loyola de La Ventilla (Pinos Alta, 79) hará el lunes 31 de julio memoria litúrgica del titular del templo y fundador de la Compañía de Jesús con motivo de su festividad. Presidida por el padre Pablo Veiga, SJ, la Eucaristía en su honor dará comienzo a las 19:30 horas.