- Titulo: OMPRESS
La Delegación Episcopal de Misiones organizó, un año más, la Eucaristía-Envío e Imposición del Crucifijo Misionero a jóvenes que van a colaborar con los misioneros durante este próximo verano. Pero este año ha contado con una novedad: el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, presidió la celebración.
El prelado animó a esta actividad, llevando el ambiente propio de quien vive la fe, se ha encontrado con el Señor y se ha revestido de Cristo. «No dejemos nuestro traje de cristianos colgado en el armario, hay que llevarlo puesto y mostrar así lo que somos y amamos», dijo. Animó a los jóvenes a no conformarse con ser católicos, sino ser discípulos-misioneros, que vivan con alegría su fe. Allí donde estén y en la situación en la que se encuentren.
Fue en la Misa de 13:00 horas del domingo 19 de junio, en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, donde 293 jóvenes, pertenecientes a 12 instituciones, participaron en el envío e imposición de la Cruz misionera. Campos Misioneros de Trabajo y Fundación Manuel María Vicuña/Religiosas de María Inmaculada, fueron las que más jóvenes presentaron: 59 y 88, respectivamente. También presentaron a sus jóvenes la Asociación Solidaria Universitaria, la Escuela de Formación Misionera, FUNDEBE, Jóvenes para la Misión de la Delegación Episcopal de Misiones, las Misioneras Oblatas de María Inmaculada, las Misioneras de Nuestra Señora de África, los Misioneros Javerianos y Franciscanas Misioneras de María, los Misioneros Oblatos de María Inmaculada / parroquia de San Leandro, la parroquia de San Germán, las parroquias de Bustarviejo y Valdemanco. Los destinos son tan variados como sus procedencias: Tánger, Barcelona y Lisboa, Brasil, Portugal, Paraguay, Melilla, Colombia, Francia, India, Perú..., Ghana, Nicaragua y Calcuta..., Benín, Senegal...
Son solo unos pocos de los casi 2.000 que cada año van a prestar su ayuda a los misioneros y agradecerles su labor. Una experiencia en la que muchos de estos jóvenes han descubierto su vocación de se servir más de cerca al Señor, en los más pobres.
En las ofrendas se ofreció material sanitario para cura, recogido por la Hermandad de Nuestra Señora de Fátima para enviar a través de estos jóvenes a la misión. Y en las peticiones se recordaron a todos los misioneros madrileños que están trabajando por el reino de Dios en tantísimos países del mundo.
Los jóvenes, muy contentos, quisieron hacerse una foto con el obispo al finalizar la ceremonia.
Como punto final, en el jardín de la parroquia se vivió un rato de convivencia.