- Titulo: Infomadrid / Carlos González
En noviembre de 1949, el padre Eduardo Granda, SJ dio un retiro a estudiantes del Ramiro de Maeztu de Madrid, con los que creó un pequeño grupo que se reunía regularmente para profundizar en el seguimiento de Jesús. Luego llegaron las chicas y el grupo siguió creciendo. Mientras entraban nuevos miembros, los primeros universitarios empezaron a trabajar y así llegaron las bodas y los hijos… y la comunidad siguió aumentando para dar cabida a todos ellos. Así se convirtiró en la Comunidad de Grupos Católicos Loyola, que ahora cumple 70 años.
Como recordó el cardenal Osoro el pasado lunes, 25 de noviembre, en un acto con motivo esta efeméride, es una comunidad que «ha pasado de padres a hijos y de estos a los nietos», en la que todos mantienen ese empeño por «vivir con la originalidad de ser discípulos del Señor». «Es importante vivir desde Nuestro Señor, acogerlo en nuestra vida y en nuestro corazón», subrayó, porque «Él nos abre a unos horizontes impresionantes».
En este sentido, el arzobispo invitó a los numerosos miembros de la comunidad reunidos en la sala Borja de Jesuitas Maldonado a «mirar la realidad, las situaciones, a los hombres, los acontecimientos…» a la manera de Jesús, cuya mirada «abarca todo lo que vive el ser humano y entra hasta su corazón».
El Señor, insistió, «os hace no ser hombres y mujeres negativos y apesadumbrados, que ven nubes en todas partes», porque «en quien creemos nosotros es un sol, y no una nube». Dios «liquida las nubes», y eso «nos hace vivir en un mundo dando la mano a quien sea, y no en confrontación con nadie».
