- Titulo: Infomadrid / B. Aragoneses
Los jóvenes de Madrid quieren comenzar el curso con la mejor actitud para adaptarse a este tiempo especial de la pandemia. Así lo manifestaron en la vigilia Adoremos del pasado viernes, 4 de septiembre, la primera tras las vacaciones de verano, en la que se reencontraron con el cardenal Carlos Osoro. «Ser creativos, aprender con humildad unos de otros, vivir la comunión y responder a las necesidades y urgencias de las personas que nos rodean, especialmente de los más vulnerables», son las disposiciones que presentaron en su oración en la catedral de Santa María la Real de la Almudena.
Manteniendo las normas preceptivas de limitación de aforo, uso de mascarillas y distancia de seguridad, el arzobispo de Madrid los saludó al comienzo de su meditación con un deseo: «Yo aspiro a que este sea un curso donde todos tomemos conciencia, como nos dice el Papa Francisco, de la importancia de la comunión». Una comunión que se expresa en «este encuentro de los primeros viernes de mes ante Jesucristo Nuestro Señor, realmente presente en el misterio de la Eucaristía, donde escuchamos la palabra del Señor».
Cuando se está cerca del Dios, dijo, «nos sentimos hermanos de todos los hombres», y se pueden superar las ofensas o las dificultades porque «el objetivo de nuestra vida es salvar al hermano, no otra cosa». Este tiempo de pandemia es momento especialmente importante para unas «relaciones nuevas entre los hombres», que se aprenden en la escuela de la oración, de la adoración, de la Eucaristía. «Lo nuestro, lo de los discípulos de Jesús, es establecer relaciones de hermanos porque somos hijos de Dios», aseguró. El purpurado alertó contra la falta de lealtad, las críticas, la siembra de la sospecha y las descalificaciones «en vez de hablar cara a cara con la persona». Si se acoge el amor de Dios, se puede acoger el encargo que hizo Jesucristo de la corrección fraterna, explicó.

Iglesia misionera
«Somos Iglesia de Cristo, no somos de este grupo o de este otro, aunque estemos en un grupo; somos la Iglesia del Señor», manifestó el arzobispo de Madrid, y anticipó el hilo conductor de su carta pastoral para este año: una propuesta de Iglesia misionera a partir del «quiero entrar en tu casa» que Jesús dijo a Zaqueo, y que «yo quiero hacerla a través de vosotros también».
«Marchad, con vuestra juventud, con vuestra creatividad, anunciad al Señor. Y tened como tarea esencial en vuestra vida que la Iglesia viva en comunión; somos distintos pero creemos en Jesucristo», aseveró, y concluyó el encuentro con una propuesta: «Os invito a que entremos en esta dimensión misionera; entrad en la universidad, en el instituto, en el barrio, no atosigando, sino como lo hacía el Señor. Tenemos necesidad de que los jóvenes anuncien el Evangelio».
