El Consejo Episcopal de la diócesis de Madrid viaja este miércoles, 10 de julio, a Toledo, ciudad en la que, durante dos días, trabajará en la revisión del curso que concluye y planificará los trabajos del que viene.
En la reunión participan el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, los obispos auxiliares, Juan Antonio Martínez Camino, SJ, y Jesús Vidal, y los vicarios episcopales. Por primera vez acudirán los dos nuevos obispos auxiliares, José Antonio Álvarez y Vicente Martín, ordenados el pasado sábado 6 de julio en una solemne ceremonia en la catedral de la Almudena.
Una vez finalizado el curso académico, el encuentro servirá para hacer balance de este año, el primero de cardenal Cobo como arzobispo de Madrid, y perfilar las líneas de trabajo en la diócesis para el próximo, a partir del mes de septiembre.
Jubileos diocesanos y «simplificar para aglutinar»
Un curso que estará marcado por la celebración de los jubileos diocesanos en la catedral de la Almudena, en comunión con el Jubileo 2025 para la Iglesia universal. Precisamente hace unos días el arzobispo enviaba una carta al finalizar el año pastoral en la que hablaba del próximo curso como «marcado por el año jubilar». «Hemos buscado acompasar el ritmo de la comunidad diocesana con el de la Iglesia universal».
Así, hacía llegar a través de la carta un calendario preparado con los diferentes consejos diocesanos que se presenta como una «hoja de ruta» de los «momentos comunes más importantes».
Pero además de las Misas jubilares, habrá en la diócesis encuentros y jornadas, que en este curso «simplificamos para aglutinar y provocar el encuentro». El cardenal propone evitar así duplicidades y que haya que «decidir entre acudir a los actos sectoriales, parroquiales o particulares y los diocesanos».
El curso arrancará en septiembre con la Semana de la Palabra, un momento en que «todas las comunidades y parroquias de la diócesis nos pongamos delante del Señor a la escucha de su Palabra» para que «las actividades habituales de comienzo de curso las hagamos desde la centralidad de Cristo, que nos entrega su Palabra».
