Más de 120 personas de la Vicaría V de Cáritas Madrid se encontraron el pasado jueves para reflexionar sobre nuestro compromiso como voluntarios, desde el Espíritu de ser "Tejedores de Esperanza".
Para animarnos y compartir con nosotros este propósito, nos acompañó Sebastián Mora, Secretario General de Caritas Española, que nos aportó claves sugerentes para la práctica de nuestro estilo de vida como agentes de Cáritas y transformadores de una difícil realidad social que nos lleve a una vivencia y compromiso de Esperanza.
Estas claves son las siguientes:
1.- Un nuevo tiempo de manifestación de Dios. 2.- Una forma de mirar la realidad proyectándola desde la Esperanza de la Fe que nos mueve. 3.- Receptivos al clamor de las gentes. 4.- Acompañamiento - tejer comunidad - Caridad Política desde la protesta y la propuesta.
Después de la reflexión pudimos compartir en pequeños grupos lo vivido y escuchado.
El encuentro finalizó con un espacio de oración personal y compartida.
Quién no ha soñado alguna vez, aunque solo sea por un instante, con poder volar o pilotar un avión. Muchos de las personas que estamos en los proyectos de "Nuestra Señora de Valvanera" sí, y por eso la invitación de un voluntario a asistir al Festival Aéreo “Aire 75”, con motivo del 75 aniversario del Ejército del Aire, nos emocionó enormemente. La ilusión en el tren, camino de la base de Torrejón de Ardoz, era palpable.
Más de 100 aeronaves españolas y de otros países participaron, el sábado, en el Festival Aéreo `Aire75`, una gran exhibición abierta al público en general, a la que acudieron muchas personalidades como el Rey o nosotros.
Además, en la exposición estática pudimos ver de cerca aeronaves tan representativos como el cazabombardero Eurofighter, los aviones Harrier de la Armada o los helicópteros Chinook del Ejército de Tierra. También un Airbus A400M, el avión de transporte militar del que el Gobierno ha encargado 27 unidades, aunque la primera no será entregada hasta enero de 2016.
Aprendemos a "volar" nuestra vida
Tuvimos oportunidad de hablar con algún piloto y de hacerle distintas preguntas, sobre su experiencia en el aire, que después nos hizo pensar que se asemejaba a nuestra vida. Nos contaron que cuando uno empieza a volar siente que el avión tiene vida propia, que nunca podrá controlarlo, pero pasadas algunas horas de vuelo, empiezas a sentirte cómodo. En nuestro caso, cuando uno empieza a salir de una difícil situación, como nos pasa a muchos de nosotros, creemos que nunca podremos controlar nuestra propia vida, pero pasado un tiempo, a veces meses o años, empezamos a disfrutar del arte de vivir.
A través de lo educadores, psicólogos, trabajadores sociales… y voluntarios aprendemos a cómo manejar nuestra vida y nuestras situaciones. Aprendemos a realizar la inspección pre-vuelo, aprendemos a conocernos, a analizar nuestra vida y sus secretos, te das cuenta que hay muchas cosas que se pueden ajustar, a veces de una forma más sencilla que otras. Aprendemos a llenarnos de optimismo, de valentía, de motivación… para luchar por salir adelante. Nos acompañan para saber qué hacer en cada situación que nos vamos encontrando, la posición de los “mandos”, potencia que debes de ajustar, en resumen, a pilotar tu vida. Cuando realizas tu primer “vuelo” ya empiezas a sentirte piloto de tu propia vida, pero todavía necesitamos seguir acompañados, guiados… para no estrellar el avión.
El día terminó con un café en Torrejón, ya que la lluvia no nos permitió seguir disfrutando de la visita. Tanto residentes como voluntarios nos lo pasamos muy bien.
“Renace la alegría” es el lema con el que se celebrará este domingo, 19 de octubre, el Domingo Mundial de las Misiones, más conocido como Domund.
Como preparación a esta jornada, la Catedral de Santa María la Real de la Almudena acogerá el tradicional Pregón del Domund. Programado para este miércoles, 15 de octubre, dará comienzo a las 19,30 horas. En esta ocasión, el pregonero será el Ilmo. Sr. D. Manuel Pizarro.
Hoy, martes 14 de octubre habrá una quedada en Twitter: homenaje a los misioneros. Organizada por iMisión, se desarrollará entre las 21,00 y las 22,00 horas. El jueves 16, representación artística de baile de niños camboyanos, dirigidos por Mons. Kike Figaredo, y organizada por Cáritas Española. Y el domingo 19, como viene siendo tradicional, en todas las parroquias se realizará una colecta a favor del Domund.
Además, esta tarde será clausurada en el Centro Cultural Arganzuela la exposición “El Domund al descubierto”, que ha evocado la historia de esta Jornada Mundial a través de los carteles de la Jornadas, y su viva actualidad, con fotografías y testimonios directos de misioneros y misioneras españoles, y de diversos datos y cifras de interés.
“Renace la alegría” es el lema con el que se va a celebrar la Jornada del Domund 2014 este domingo, 19 de octubre. Con este motivo, el Cardenal Antonio Mª Rouco Varela, Arzobispo Emérito de Madrid Administrador Apostólico, ha hecho pública una carta en la que explica que se trata de una “Jornada que el Santo Padre no ha dudado de calificar como una gran celebración de gracia y de alegría. De gracia porque es el reconocimiento del don de Dios, el Espíritu Santo que llena los corazones de todos los que han oído la voz del Señor que les invita a ser sus testigos en un mundo que pareciera que cada día está más lejos de Dios. De alegría porque es a Cristo, nuestro Salvador, a quien los misioneros llevan en su corazón con el fin de darlo a conocer entre los que están más lejos de su amor”.
“La misión, señala, la actividad apostólica de la Iglesia universal, es un don de Dios que nos recuerda continuamente que el Señor no deja de bendecirnos a nosotros con la fe, y de darnos la posibilidad de transmitirla a quienes el mismo Dios ha puesto junto a nosotros”. “Es una gracia, prosigue, que nuestros misioneros han recibido con su vocación: han sido elegidos por Dios para llevar la alegría de la fe en Cristo a aquellos que viven sin conocerle y amarle. Esa gracia se origina con el Bautismo”. Por eso, considera que “es muy oportuno” el lema de este año, "Renace la alegría", ya que “el que conoce a Cristo, y nace con ese nacimiento del agua y Espíritu, nace para la alegría de la salvación”.
Para el Cardenal, “la mayor tristeza que se puede dar en una persona es el desconocimiento del amor de Dios. Cuando el hombre ignora que Dios le ama, que ha sido bendecido por Dios y que sus preocupaciones y proyectos no son indiferentes al plan salvador de Dios, se hace difícil vivir con esperanza, mantener el deseo de hacer las cosas bien y de mantener la alegría. Sólo la presencia de Dios, la seguridad que infunde en el corazón del que le sigue y la visión que su conocimiento nos da de nuestro caminar por esta tierra, es capaz de hacemos vivir con ilusión cada día, de transcender nuestras angustias y dilemas, de encontrar un sentido profundo y real a lo que vivimos en cada momento”.
Reconoce que “los misioneros ayudan a que el hombre se encuentre con Dios y a que Dios encuentre corazones preparados para recibirlos en su amor. Por eso, en esta Jornada del DOMUND, como cada vez que la Iglesia nos presenta la vida y la obra de quienes dejándolo todo han dedicado su vida a la evangelización, los cristianos madrileños nos alegramos del bien que siembran en tantas vidas. Nos alegra descubrir que gracias a ellos, nuestra familia de fe aumenta cada año, y se extiende por nuevas tierras, donde sin ellos, el amor de Dios no estaría presente”.
La jornada del Domund, afirma, “es una grata necesidad del corazón. Damos gracias a Dios por las vocaciones misioneras que año tras año surgen en nuestras comunidades cristianas. ¡150 misioneros españoles salen cada curso enviados por la Iglesia a llevar la alegría del Evangelio! Su ejemplo nos anima a nosotros a convertimos en apóstoles del Señor en nuestros ambientes”. “Vivir con alegría nuestra fe, sabiendo que la victoria está de lado de los que aman al Señor. Contagiar a los que nos observan de esta alegría buena que llena nuestro corazón. Sin obviar las dificultades ni esconder los problemas, pero iluminando la oscuridad con la luz de la fe y de la caridad”. Invita a “mostrar la comunión, la unión en Cristo de todos los bautizados”, porque “cuando se vive con rectitud y grandeza de ánimo, nos llena de alegría y de deseos de entregar los dones y talentos que el Señor ha puesto en nuestro corazón, para el bien de nuestros hermanos. Esa comunión no puede dejar de vivirse también con aquellos diocesanos que viven lejos de nosotros pero que trabajan en la evangelización de los pueblos. En esa comunión tienen que estar también presentes nuestros misioneros. Ellos son, sin duda, parte de nuestra inquietud y solicitud”.
Da gracias a Dios “por la gracia que es para todos la vida de los misioneros, fuente de la verdadera alegría, y siempre sabiendo que esta tarea ‘ingente’ continúa, pero al mismo tiempo conscientes de que, en definitiva, es obra de Dios, y que, poniéndonos en sus manos, Él mismo la llevará a término”. Y concluye pidiendo a la Virgen de la Almudena que “cuide de nuestros misioneros y ayude a que todo el pueblo cristiano de Madrid no pierda nunca el espíritu apostólico y misionero”.