La Capilla del Monasterio de las HH. Oblatas de Cristo Sacerdote (c/General Aranaz, 22- Metro Ciudad Lineal) acoge todos los domingos una Adoración Eucarística. Da comienzo a las 17,30 horas con el canto de las Vísperas.
La Iglesia está celebrando el Año Jubilar Teresiano con motivo del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús.
En nuestra diócesis se puede ganar el don de la indulgencia plenaria durante este Año Jubilar Teresiano, con las condiciones establecidas:
a) Todos aquellos fieles que acudan a la Santa Iglesia Catedral o cualquiera de los templos jubilares designados y participen en una sagrada ceremonia o por lo menos permanezcan durante un cierto tiempo en oración, concluyendo con el Padrenuestro, el Credo y una invocación a la Santísima Virgen María y a Santa Teresa de Jesús, cualquier día del año.
b) Son lugares donde se podrá lucrar la gracia de la indulgencia plenaria del Año Jubilar Teresiano en la Archidiócesis de Madrid, los siguientes:
· Iglesia Catedral de Santa María la Real de la Almudena.
· Parroquia de Santa Teresa y San José (Plaza de España, 14).
· Parroquia de Santa Teresa y Santa Isabel (Glorieta Pintor Sorolla, 2)
· Monasterio de Carmelitas Descalzas, de San Lorenzo de El Escorial.
· Monasterio de Carmelitas Descalzas (Carretera de Húmera, 19).
· Monasterio de Carmelitas Descalzas (c/ General Aranaz, 58).
· Monasterio de Carmelitas Descalzas (c/ Ponzano, 79).
· Monasterio de Carmelitas (c/ Príncipe de Vergara, 23).
Los fieles verdaderamente arrepentidos que no puedan acudir a estas iglesias por graves motivos (los ancianos, los enfermos), lucrarán la Indulgencia plenaria, con las mismas condiciones, si, con propósito de realizar lo antes posible las tres acostumbradas condiciones, ante alguna pequeña imagen de Santa Teresa de Jesús, se unen espiritualmente a las celebraciones jubilares o peregrinaciones y rezan el Padrenuestro y el Credo en su casa o en el lugar donde permanezcan a causa de impedimento, ofreciendo los dolores y las molestias de la propia vida.
Todos los fieles, si estuvieran en cama, podrán alcanzar la indulgencia parcial, incluso varias veces al adía, cuantas veces con corazón contrito practiquen obras de misericordia, actos penitenciales o de evangelización, invocando a Santa Teresa de Jesús, que compensó su deseo de martirio con limosnas y otras buenas obras.
Este jueves es día festivo en el Vaticano porque se celebra el onomástico del Papa, Jorge Mario Bergoglio. Y es que el 23 de abril, la Iglesia recuerda a san Jorge.
Uno de sus más estrechos colaboradores, monseñor Guillermo Karcher, sacerdote argentino y ceremoniero pontificio asegura en una entrevista en Radio Vaticano que “pensar hoy, en esta fiesta onomástica, en el santo del Papa --siendo su nombre de bautismo Jorge-- es bonito porque cuando pienso en él, y le veo actuar, puedo decir que es un `San Jorge moderno`, en el sentido de que es un gran luchador contra las fuerzas del mal y lo hace con un espíritu verdaderamente cristiano”.
Asimismo, monseñor Karcher afirma que “es a Cristo a quien veo en él, que siembra el bien para combatir el mal. Y este es un ejemplo, porque lo hacía ya en Buenos Aires y continúa haciéndolo ahora con esta sencillez que lo caracteriza, pero que es tan fuerte, tan importante en este momento del mundo, en el que es necesaria la presencia del bien”.
Jorge de Capadocia es el nombre de un hipotético soldado romano de Capadocia, en la actual Turquía, que al parecer fue mártir. Se le atribuye haber nacido entre 275 o 280, y muerto el 23 de abril de 303. En Italia, el culto a Jorge de Capadocia fue muy difundido. En Roma, Belisario, hacia 527, colocó bajo la protección de Jorge la Puerta de San Sebastián y la iglesia de San Jorge en Velabro, a donde fue trasladada una presunta reliquia del santo. Algunas ciudades, como Génova, Ferrara y Regio de Calabria, tienen a san Jorge por patrón.
La leyenda --posiblemente originada en el siglo IV- cuenta la historia de Jorge, un romano que tras morir su padre se trasladó con su madre hasta la ciudad natal de ésta: Lydda, actual Lod, Israel. Allí, la madre educó cristianamente a su hijo y al ser mayor de edad se enroló en el ejército romano. No tardó en ascender y, antes de cumplir los 30 años era tribuno y comes, siendo destinado a Nicomedia como guardia personal del emperador Diocleciano (284-305).
En 303, el emperador inició la persecución de los cristianos. Jorge confesó que él también era cristiano. Diocleciano ordenó que le torturaran y, al no conseguir que renegara de su fe, que le ejecutaran. Tras ser decapitado frente a las murallas de Nicomedia el 23 de abril de 303, el cuerpo de Jorge fue enviado a Lydda para que fuera enterrado.
La Iglesia de Cuba recibió este miércoles con alegría y esperanza la próxima visita del papa Francisco a la isla en septiembre, coincidiendo con la nueva etapa de acercamiento entre La Habana y Washington, proceso en el que la Santa Sede actuó de mediador, señaló el secretario adjunto de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), Mons. José Félix García.
El Santo Padre viajará a Cuba antes de visitar EE.UU. en septiembre, informó este miércoles el Vaticano, para consolidar su mediación en el restablecimiento de las relaciones entre los dos países tras más de medio siglo de desconfianza.
El portavoz de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, no especificó cuánto durará la escala en la isla, y sólo señaló que el Pontífice aceptó las invitaciones formuladas por el Gobierno y la Iglesia católica de Cuba. Francisco tiene programada una entrevista con el presidente Barack Obama para el 23 de septiembre.
Esta será la primera visita del Pontífice a la isla caribeña. Sus dos predecesores, Juan Pablo II y Benedicto XVI, estuvieron en Cuba en 1998 y 2012, respectivamente, y se reunieron con el ex presidente Fidel Castro.
“Hay mucha esperanza con estas visitas por el papel tan importante que jugó el Papa y ante los posibles encuentros con los presidentes de los dos países, que tendrán no sólo un valor simbólico, sino también un efecto directo en el diálogo entre Cuba y Estados Unidos”, aseguró Mons. García.
El secretario adjunto de la COCC destacó que los fieles cubanos valoran mucho la implicación en el deshielo diplomático entre La Habana y Washington del Santo Padre, quien “irradia una simpatía muy especial por la bondad y la sencillez que marcan el estilo de su pontificado”. “A este Papa lo hemos visto implicado en lugares de conflicto, como Israel o Albania… Sigue de manera muy directa el evangelio de Jesucristo, quien siempre apoyó la solución de conflictos mediante el diálogo”, apuntó.
Por su parte, el portavoz del Arzobispado de La Habana, Orlando Márquez dijo que la visita de Francisco es “una gran noticia” y una razón para “estar muy felices”, ya que “el país vive un momento muy especial desde que los presidentes de Cuba y EE.UU. anunciaran el proceso para restablecer relaciones, y ambos agradecieron al Papa su empeño en animar este proceso”.
El anuncio del viaje papal coincide con la llegada a Cuba, desde ayer y hasta el 28 de abril, de uno de sus colaboradores más cercanos, el prefecto de la Congregación para el Clero, el cardenal Beniamino Stella.
Está previsto que el purpurado visite los tres seminarios de la isla -en Santiago de Cuba, Camagüey y La Habana- y se reúna con los obispos cubanos. Además, puede que mantenga un encuentro con funcionarios del Gobierno.