- Titulo: Infomadrid/ M.D.Gamazo
- Firma: Pedro Marquina, de Cáritas Santísima Trinidad de Collado-Vilalba: «Las jornadas de sensibilización han sido un éxito»
- Fin Agenda: 29-04-2024
Del 21 al 28 de abril se han desarrollado las primeras Jornadas del Voluntariado y Puertas Abiertas organizadas por el equipo de Cáritas de la parroquia Santísima Trinidad de Collado Villalba en colaboración con el grupo de Comunicación, los grupos de Catequesis, y el PRA Villalba-Cercedilla.
Pedro Marquina, coordinador de esta Cáritas parroquial, considera que «han sido un éxito. El objetivo era crear un lugar de encuentro y exponer las líneas de acción de Cáritas, mostrando a través de la labor de voluntarios y voluntarias el trabajo que realizamos hacia las personas y familias más vulnerables de nuestra localidad». Una idea, prosigue, «que surgió en un curso sobre voluntariado, en la sede de Cáritas Diocesana de Madrid. Pensé que muchas veces el voluntario es la parte oculta de la entidad: sabemos que están, pero no se ven; sabemos que hacen, pero no sabemos qué. Y el interés no está en que se les vea, sino en que se sepa qué hacen». Y poco a poco fue cobrando cuerpo esta iniciativa en la que, confiesa, «no solo queríamos realzar al voluntario en la tarea que está haciendo, sino también que los demás vean que Cáritas no es simplemente un nombre, o dar una bolsa de comida, sino mucho más. Que nuestros parroquianos, nuestros feligreses, sepan que la entidad no es solamente unas siglas, sino que tiene muchos corazones que están puestos sobre la mesa para atender a las personas vulnerables, a los pobres que nos llegan, a los excluidos, a los que no tienen techo, a aquellos que de cualquiera de las maneras están dolidos y se encuentran mal».
Los objetivos
«En estas jornadas - reconoce Marquina - nos hemos marcado varios objetivos. Uno ha sido dar a conocer al público parroquial y local la acción social de la organización: nuestros proyectos y nuestras actividades, presentando a los equipos y las instalaciones en las que ayudamos a las personas. Otro ha sido mejorar nuestra imagen, porque muchas veces se asimila a Cáritas con el anagrama: los cuatro corazones y las letras grandes en color rojo, así como con la bolsa de alimentos que damos. Y Cáritas no es solamente una entidad asistencial que da una ayuda de alimentos o de alquiler, sino mucho más. Hay que mejorar la imagen, porque es escasa, y la gente no ‘disfruta’ de todo lo demás que hay».
«Un tercer objetivo -continúa- es promover la reflexión y el debate entre personas. En este caso, lo hemos querido sacar a la calle, de dos formas: mediante la difusión, y llegando a diferentes organizaciones. Hemos invitado a unos 54 colegios, institutos, asociaciones de empresarios y empresarias, de artistas, peñas, asociaciones vecinales…, para que nos conozcan. Dentro del mismo objetivo, también hemos querido interactuar con otras organizaciones, porque nosotros no abarcamos todo lo que se hace en la localidad con la persona vulnerable, y hemos querido mostrar a la ciudadanía qué hacen sobre el terreno. Es importante que se vea esa realidad, porque conlleva el hecho de que tenemos que aportar más al camino de soluciones que hay que plantear para atender muchos de los problemas que están padeciendo las personas que están en situación muy desfavorecida».
«En general - apunta - se ha intentado sensibilizar con la problemática de las personas en vulnerabilidad que tenemos en nuestra localidad: son muchas las que tienen problemas, y muy serios. Y este domingo, en el atrio, hemos podido hablar con la gente, que se ha acercado a nuestros stands, para dialogar con nosotros y que les contemos qué hacemos. Ha sido muy bonito, porque ellos son una parte importante de Cáritas: alguno habrá sido socio, habrá aportado dinero en una colecta, o habrá hecho oración por nosotros… Y hemos querido que sientan que Cáritas forma parte de ellos, y que no hace falta ser socio o voluntario para saber que eres de Cáritas».
Algo que va en la línea de otro de los objetivos, como es el intento de «llamar la atención sobre nuestras iniciativas: la presentación de la campaña del paro, del trabajo justo, de las personas sin hogar, la cuestación del Día de Caridad… para que nos presten apoyo. Captar socios es importante, porque tenemos muy pocos, y muchos son muy mayores. Además, nuestros recursos son bastante exiguos. Y también captar colaboradores y voluntarios, porque somos insuficientes. Ahora mismo tenemos cinco proyectos, y con más recursos humanos y económicos se podría reforzar lo que hay, y crecer en otros», afirma.
Dónate
Todos esos objetivos se han trabajado en torno al lema Voluntariamente. DÓNATE.
«Nosotros no queremos que, al captar voluntarios o socios, se sientan forzados. Nuestro objetivo principal - manifiesta Marquina - es mostrar lo que se hace, hasta dónde podemos llegar y hasta dónde no. Enseñar que los voluntarios son de carne y hueso, que se dejan su tiempo, y hasta dónde podemos llegar muchas veces con las personas a las que atendemos. Solo hemos querido enseñar, mostrar. ‘Ven y verás. Y una vez que hayas visto, tú decides. Si te hemos podido sensibilizar, con lo que has visto, con lo que has oído, con lo que has leído y con lo que piensas, pues alomejor te decides a dar el paso y donarte. Si te mueve por dentro, tú mismo, voluntariamente, dónate’».
Además, a través de diferentes actividades, han puesto de relieve las tres palabras clave que definen su misión. «La primera de ellas es acoger. Acoger a la persona que llega. Y acogerla de una manera determinada, como hacía Jesús, que acogía a la persona con paz. Acoger sin juicio. En su dificultad. En su problemática. Sin llevarnos las manos a la cabeza por lo que nos cuente o por lo que esté pasando. Pero acogerla. Darla un poquito de paz, si se puede, dentro de su problemática. El acogimiento lleva escucha del dolor que muchas veces traen: no es solamente no tener dinero para pagar el alquiler o para poder comer… Es el dolor de lo que han dejado en sus casas, en sus países cuando son migrantes; de la familia que han abandonado para intentar buscar aquí un mundo mejor, un recurso, una libertad que en su país de origen o en sus entornos no han encontrado. Acoger. Escuchar y acompañar. Porque acompañar es muy importante. Y hay que hacerlo en el proceso que están viviendo en este momento. Hacerlos sentir que eres una persona con la que pueden contar. Quizás no solucionas su problema económico, pero acompañas en el sufrimiento que están sintiendo, con paciencia y con paz».
Una segunda palabra clave es compartir. «Porque las personas voluntarias no solamente comparten su tiempo. En Cáritas, el voluntario intenta compartir su tiempo, su dedicación, su esfuerzo, su conocimiento, sus habilidades, su tesón, su implicación y su compromiso. Sin implicar nuestra persona, con todo nuestro ser, en atender, en sentir, en acompañar, estaríamos haciendo una labor muy desinteresada. Nuestra implicación es muy importante. Forma parte de nuestra identidad. Somos personas que intentan mirar a los ojos a la persona que tienen enfrente».
Por último, «levantar. Porque nuestro compromiso con la persona nace de mirar más allá de lo que vemos a simple vista. Nace de mirar a su alrededor y ver su vulnerabilidad, y hacernos prójimos. Nace de saber que ha de ser tratada con dignidad. Las estructuras sociales injustas de nuestra sociedad en muchas ocasiones las desechan como personas vulnerables y prescindibles, y nosotros sentimos que hay que levantar a esa persona, acompañarla, estar con ella, darle esperanza. Y esa esperanza es el resumen del acoger y del compartir. Intentar levantarles cuando ya están en el pozo, y muchas veces no ven salida. Echar una mano, y decir: ‘tú puedes. Tienes capacidades. Yo te voy a ayudar a que las descubras, a que las potencies, a que las veas. Y le levantes’».
Los proyectos en marcha
«Desde Cáritas parroquial - explica - atendemos muchas realidades. Por ejemplo, a la persona migrante, que en estos momentos son cerca del 80% de los que nos llegan. En muchos casos vienen como turistas, pero no son reales. Y han dejado mucho en su país, en sus entornos, para llegar aquí. Muchos están en situación irregular. Vienen con muy poco dinero. No tienen papeles para trabajar en España, y les va a ser muy difícil encontrar un trabajo digno, cuando no semiesclavo. No tienen redes de apoyo, ni una familia que les puedan acoger. Muchas veces vienen engañados por la persona que les dicen que están bien, y que les piden dinero para acogerles en su casa, y cuando llegan al aeropuerto se encuentran solos, y pasan 2, 3 ó 4 días, hasta que alguien les acoge y los acompaña a algún sitio, o a alguna Cáritas, como la nuestra. Nos llegan personas excluidas de la sociedad, que están en calle, que no tienen hogar, que no tienen qué comer en muchas ocasiones. Nos llegan niños dolidos, con familias desestructuradas. También nos llegan familias desestructuradas, familias que tienen problemas sociales, familiares. Nos llegan muchos…».
Para dar respuesta a estas situaciones, en estos momentos cuentan con cinco proyectos. «Uno es el de acogida, que es el básico de entrada a la puerta de la parroquia, en el que se les escucha, se habla con ellos, comparten su experiencia, les ayudamos con los pocos recursos que tenemos: alimentos, ayuda al transporte, ayuda al alquiler, ayuda de suministros… Se les deriva a otros recursos de nuestro arciprestazgo, como es el SOIE, el SOIVI, el SOIM, el espacio amigo...». «Otro proyecto es el de alimentos, en el que hasta ahora hemos podido ‘disfrutar’ de la ayuda que nos daba el FEGA (Fondo Español de Garantía Agraria). Es cierto que lo que dábamos no surtía a una familia para aguantar todo un mes, pero sí paliaba en muchas de las ocasiones una carencia muy principal en ese aspecto. El equipo se encarga de preparar y entregar las bolsas, de tenerlo todo colocado, de atender a la persona que llega con mucho cariño, con una sonrisa, con amabilidad, y de no hacerles sentir mal porque vayan a por una bolsa de comida, sino ofrecerles esperanza de que un día acabará la situación en la que ellos puedan estar. Además, preparan campañas, como la de leche, pañales… Y han hablado con algunas organizaciones para intentar que les hagan donaciones…».
Un tercer proyecto, apunta, «es el COF (Centro de Orientación Familiar), que se dedica principalmente a atender a personas individuales o familias que muestran una carencia afectiva en muchos aspectos, y una carencia sensible en el aspecto familiar, con problemáticas: de padres e hijos, de pareja, de personas en soledad… Hay un grupo que sobre todo escucha a las personas que vienen dolidas en ese aspecto, y una psicóloga que atiende directamente los casos más complejos».
Educa es otro de los proyectos. «Se realiza en uno de los colegios de la localidad al que pertenece la profesora responsable del mismo. Lo puso en marcha hace algunos años gracias a la colaboración con la dirección del colegio. Atienden a unos 24 niños anuales, de 1º y 2º de Primaria. Les ayudan con el tema educativo, deberes; intentan tener todos los días una merienda saludable, porque hay niños que llegan faltos de alimentos a las clases; y les ayudan también, colaborando en la resolución de conflictos. En general, los menores son del centro, y son los profesores quienes detectan y saben, por las familias, que en sus hogares hay cierta problematicidad. Así que se ocupan de los niños como sistema de protección, en algunos aspectos, como sistema de educación, y como medio para enganchar a las familias y ver qué se puede trabajar con ellas. Un proyecto muy bonito y bastante duro, también».
«Por último -añade-, tenemos el proyecto de sensibilización. Es el que se ocupa habitualmente de las campañas institucionales anuales, y de las que pueda haber a nivel local, como el desayuno solidario, o las recogidas de alimentos... Es un grupo que necesita tener una gran imaginación, gran iniciativa y estar activo, porque son ellos quienes han de concienciar y sensibilizar a nuestra parroquia».
Los retos
De cara al futuro, Marquina señala que «hay varios que serían continuación de los objetivos que hemos tenido este año en nuestro programa de Cáritas parroquial. El principal es seguir dando respuesta a las necesidades de las familias y los colectivos más vulnerables que nos encontramos aquí, y buscar el desarrollo de la persona. También alcanzar una participación efectiva de la comunidad: que también ellos se sientan miembros de Cáritas. Este año hemos hemos podido involucrar a otros grupos parroquiales en nuestras acciones: por ejemplo, el de fe nos ayudó con el desayuno solidario; el de catequesis lo ha hecho ahora con el tema de la concienciación de estas jornadas, impartiendo catequesis con temas específicos de pobreza y solidaridad... Creo que esa colaboración se tiene que seguir dando».
Además, destaca como muy importante «seguir manteniendo el proyecto de alimentos. Nosotros dependíamos plenamente del FEGA, y se nos acaba. Ahora mismo tenemos unas 230-240 entregas mensuales de alimentos para familias de entre 1 y 7 personas. Y, dadas las características del nuevo sistema que se va a establecer, todas las familias que no tengan menores y estén empadronadas no van a tener acceso, al menos en las localidades, a los servicios públicos establecidos o designados, como pueda ser Cruz Roja. Por eso, necesitamos seguir haciendo campaña de alimentos, y mantener el grupo unido, para que trabajen mucho en la búsqueda de recursos a través del Banco de Alimentos, los comercios locales, los grandes supermercados... Los alimentos que tenemos en estos momentos probablemente de aquí al mes de julio puedan acabarse, y entonces va a haber bastante problemática en ese aspecto».
Por último, a Marquina le gustaría «iniciar algunos talleres, sobre todo laborales, porque es una de las necesidades que más hemos detectado en las personas que vienen. No que no tengan profesión, sino que su profesión aquí no es estimada ni estimable, no va a responder a las necesidades que tiene el mercado, porque o no va a haber puestos de trabajo para ellos, o en algunas ocasiones van a estar muy mal pagados o maltratados. Por eso queremos facilitar algún tipo de taller, para ver si podemos mejorar su condición de empleabilidad y su formación».