Ayer, 15 de noviembre, concluyó el triduo de acción de gracias por la canonización de santa María Purísima de la Cruz con una Misa en la catedral de Santa María la Real de la Almudena, presidida por el arzobispo de Madrid. «También nosotros hemos sido llamados como ella, también a nosotros el Señor nos pide que nos identifiquemos con Él, y tambiém nosotros tenemos que dar a conocer la dicha y la bienaventuranza, que es Cristo solamente. El mismo Señor que se va a hacer presente aquí en el altar, por quien santa María Purísima dio la vida. Ella vio en los pobres a Cristo, en los que más lo necesitaban... Acojamos como ella acogió a Nuestro Señor Jesucristo», concluyó, para luego dar las gracias a las Hermanas de la Cruz por «habernos regalado un miembro de vuestra familia santo para poder seguir sus huellas».
La homilía completa puede leerse en la sección de homilías de la web.