Celebrada la fiesta del Beato Ceferino Giménez Malla, el Pelé

Celebrada la fiesta del Beato Ceferino Giménez Malla, el Pelé

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Este lunes, la Iglesia celebraba la festividad litúrgica del Beato Ceferino Giménez Malla, el Pelé. Con este motivo, el Arzobispo de Madrid, Mons. Carlos Osoro, presidió una Eucaristía en la Parroquia Nuestra Señora de la Vega Vega (c/Chantada, 28), sede desde hace 10 años de la Delegación de Pastoral Gitana. Concelebraron el Vicario Episcopal de la VIII, Javier Cuevas, Vicaría a la que pertenece la Parroquia; el Delegado de Pastoral Gitana, Ramón López; el Arcipreste, y sacerdotes de la parroquia.

En su homilía, Mons. Osoro se dirigió a los fieles, en su mayoría jóvenes, todos ellos de etnia gitana, evocando la figura del Beato Ceferino Giménez Malla, manifestando su alegría por este primer gitano que está en los altares. Destacó su humildad y sencillez, e hizo alusión a su generosidad, a su devoción al Santísimo Sacramento, a las preciosas catequesis que impartía a los niños, y a su fidelidad a la fe hasta la muerte, acaecida durante la Guerra Civil por defender a un sacerdote. Al hilo del Evangelio, les habló del amor, asegurando que el amor es de Dios, y que por amor se hace todo; y reconociendo que quien no ama a Dios no ama a sus hermanos. También habló de los gitanos, confesando que son una población no valorada y, en muchos casos, marginada, aunque la Iglesia siempre ha estado a su lado desde que llegaron a España hace 500 años, por el Camino de Santiago, encontrando las puertas de los templos y conventos abiertas para ellos. Por ello, insistió en que la Iglesia quiere dedicarles una especial atención, y les animó a confiar en sus párrocos, pidiendo lo que necesiten. Afirmó que la Iglesia está pendiente de la marginación en la que viven, debido a su cultura, algo que no es justo. Les exhortó a la comprensión, a confiar en la Iglesia, en la sociedad y en las instituciones; y a superar su marginación, luchando para que sus hijos no sufran lo que sus padres o ellos mismos han sufrido.

Al finalizar la Eucaristía, Mons. Osoro visitó la exposición fotográfica instalada en los locales parroquiales con motivo de los 50 años de la creación de la Parroquia, que se cumplen este año. Y departió personalmente con los gitanos, que alegraron con sus canciones y bailes el encuentro con su Arzobispo.