Los delegados de Familia y Vida de las diócesis españolas se reunieron en Madrid el pasado sábado, 9 de noviembre (en la imagen principal), en la jornada anual que les reúne periódicamente, convocados por la Subcomisión Episcopal para la familia y la Defensa de la Vida. En ella estuvieron presentes los delegados episcopales de Madrid, María Bazal y José Barceló.
Bazal explica algunas de las cuestiones que se trataron; entre otras, tuvo un lugar destacado el Jubileo de 2025, con la invitación «a que se vaya pensando cómo celebrar este espacio jubilar del último fin de semana de mayo». Hay sobre la mesa una propuesta para ir todos los delegados juntos; en Madrid, el 31 de mayo se celebrará la Misa jubilar diocesana de niños, familias y personas mayores.
Otro de los temas que se abordó fue la Semana del Matrimonio, que este año estará imbricada en el Congreso de Vocaciones, en febrero de 2025 con el título Iglesia, asamblea de llamados para la misión. Junto a ello, se presentó una propuesta más «plástica y atractiva» del itinerario de novios Juntos en Camino +Q2, elaborado por la Conferencia Episcopal. La idea de la Delegación de Familia y Vida de la diócesis de Madrid es que Miguel Garrigós, secretario de la subcomisión episcopal, participe en la formación con agentes de catecumenado para la vida matrimonial que se celebrará en enero, para que pueda explicar toda la profundidad que hay tras este recorrido.
Sobre la formación de novios, se convocó a una futura reunión para replantear este asunto. «Hay que poner orden en tiempos — explica la delegada madrileña —, para ir abandonando el formato de cursillo de fin de semana y que sea de al menos tres meses e incluso un año». También sería deseable, añade, «contenidos más unificados». A su vez, plantea la necesidad de hacer a las parejas «un acompañamiento en los primeros años de matrimonio».
«La pastoral familiar no es nada fácil»
Estas jornadas son de mucha utilidad para todos los delegados, en palabras de Bazal, porque «vas escuchando lo que funciona y lo que no» en otras diócesis, y esto siempre es enriquecedor. «Es muy necesario encontrarte».
Una escucha en la que precisamente se incidió durante la sesión formativa de la mañana sobre La familia ante los retos que plantea la cuestión de género, a cargo de Marta Rodríguez Díaz, profesora de Filosofía en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum.
Las claves extraídas por los asistentes fueron «mucha paciencia, mucho amor y escuchar mucho», porque, tal y como trasladó la ponente, cuando un joven expresa sus dudas sobre sus inclinaciones, a pesar de que «en la adolescencia hay mucho despiste» —apunta Bazal—, eso es verdadero para él. «Y esto hay que acompañarlo porque la gente sufre», tanto hijos como padres, y además «los que vienen de Iglesia lo pasan peor».
Tal y como está la realidad ahora mismo, reconoce la delegada, «la pastoral familiar no es nada fácil». Y se refiere no sólo a las cuestiones de sexo y género, también al acompañamiento de las personas divorciadas y, apuntando una novedad que se va a implementar en la diócesis de Madrid, «al acompañamiento a parejas que inician un proceso de nulidad». Muchos de ellos no han hecho mediación antes, explica Bazal, y esta ya es una realidad a acompañar.
Y después, en el desarrollo, «te acercas a un espacio de Iglesia», que se presupone más cálido que uno civil. Aquí también es importante estar, destaca la delegada. Por último, en el momento de la sentencia también es vital la presencia, «porque tampoco es fácil».