Sin la paz nada es posible es el título del Manifiesto elaborado por el Consejo Nacional de Hermandades del Trabajo ante el 1º de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores. Este es el texto íntegro del mismo:
«Las Hermandades del Trabajo con ocasión de la fiesta de los trabajadores, en el contexto actual, están sensibilizadas ante los diversos problemas que afectan a España, Europa y el mundo, entre ellos: cambio climático, amenaza de nuevas pandemias, acrecentamiento de las migraciones, aumento de la pobreza, incremento del gasto militar como consecuencia de los conflictos bélicos entre Ucrania–Rusia e Israel–Palestina. Abogamos por el fin de la guerra y una paz duradera con justicia social. Pedimos que no se negocie con la venta de armas, utilizando a seres inocentes como moneda.
En España se están produciendo avances en el ámbito laboral como el incremento del salario mínimo interprofesional, el reconocimiento de derechos de las empleadas del hogar, la promulgación de leyes que promueven la igualdad, entre otros. A la vez constatamos el deterioro del nivel de vida como consecuencia de la pérdida del tejido industrial; la desaparición de miles de empresas en los últimos años; el aumento de la pobreza infantil; más de 12 millones de personas en riesgo de pobreza y exclusión social; la reducción de las clases medias y el aumento de la deuda pública.
Queremos destacar algunos aspectos que nos preocupan por su incidencia en el bienestar de la población y que deben ser objeto de la preocupación de todos: gobierno y administraciones públicas, la Iglesia, partidos políticos, empresarios, sindicatos y sociedad civil. Son los siguientes:
Familias e inflación: El impacto de la inflación incide en el aumento del precio de los productos de primera necesidad y de la energía, la falta de viviendas sociales y el encarecimiento de los alquileres que han deteriorado el poder adquisitivo de los más vulnerables: familias con bajos ingresos, jóvenes, autónomos, parados e inmigrantes.
Agricultores, ganaderos, pescadores: La reducción de los cultivos y de la ganadería por la competencia de productos de importación de países fuera de la UE sin garantías laborales ni sanitarias, entre otras, está llevando a estos sectores a una situación crítica. La apuesta por una política sostenible y productiva en los sectores de la ganadería, agricultura y pesca, el cuidado de la casa común y un consumo responsable es compromiso de todos.
Trabajo, empleo y salarios: Los profundos cambios que se vienen produciendo en el mundo del trabajo como consecuencia de la digitalización, la robotización y automatización de los procesos productivos y la inteligencia artificial afectan a la mayoría de trabajadores poco cualificados; y, al mismo tiempo, es un reto para formar en nuevas profesiones y actualizar a los trabajadores menos preparados. La revolución tecnológica está cambiando el mundo de la empresa debiendo incidir en mejorar las condiciones laborales y los salarios de los trabajadores
Pensiones: A pesar de las reformas gubernamentales de los sucesivos gobiernos, el sistema genera nuevos y crecientes déficits. Es preciso lograr la sostenibilidad financiera del sistema público de pensiones. Las cotizaciones son insuficientes, de manera que financian sólo el 80 % y el resto es gracias a los impuestos. Esta situación es insostenible a medio plazo, por lo que se requiere revertir la situación demográfica y la incorporación de trabajadores extranjeros al mercado laboral.
Jóvenes: Es uno de los sectores más afectados en la sociedad, con dificultades para el acceso a una vivienda, con tasas de paro altas y salarios precarios. Constituye uno de los mayores desafíos del presente y del futuro, por lo que es preciso fomentar su acceso al mercado del trabajo que les permita desarrollar un proyecto de vida aprovechando la formación y educación que recibieron.
Mujeres, migrantes y parados: Aunque no existe discriminación legal, todavía hay brecha salarial entre hombres y mujeres. Hay que acoger y regularizar a los migrantes y refugiados que están en nuestro país buscando mejores condiciones de vida. Nos sigue interpelando el número alto de parados, por lo que se requiere de políticas que fomenten las pequeñas y medianas empresas con incentivos fiscales, la formación de los parados y la motivación para la búsqueda de empleo.
Accidentes laborales: Sigue siendo inadmisible el número de accidentes laborales y mortales. Exigimos el análisis, la implantación y cumplimiento de medidas de seguridad.
Ante la situación descrita, afirmamos que el trabajo es el valor esencial para la vida humana, siendo el hombre sujeto del trabajo. Manifestamos que la economía debe estar al servicio de las personas; y, en palabras del Papa Francisco: “el trabajo es mucho más que una mera actividad; es un pilar fundamental de la dignidad humana”. Asimismo, como dice nuestro Ideario: “afirmamos que el trabajo en todas sus formas es la virtud humana más fundamental” (punto 15).
Desde hace más de 75 años, las Hermandades del Trabajo defienden la dignidad de los trabajadores, especialmente la de los más vulnerables. Actualmente, se están desarrollando programas sociales dirigidos a los refugiados, los trabajadores migrantes y las familias trabajadoras en riesgo de exclusión social».