El Año Santo de san Isidro, concedido por el Papa Francisco con motivo de los 400 años de la canonización del patrón de Madrid, va dando frutos. Uno de ellos es el nacimiento, en Pozuelo de Alarcón, de la Hermandad de San Isidro, cuyos estatutos aprobó la diócesis el pasado mes de julio. «En febrero hicimos la asamblea fundacional; en abril preparamos los papeles y en julio el Arzobispado dio el visto bueno», explica Felipe Bernal, el presidente.
Todo había comenzado el 15 de mayo de 2021, cuando personas ligadas a la parroquia Asunción de Nuestra Señora, la primitiva de Pozuelo, decidieron sacar en procesión al santo que está situado en el retablo, a la derecha de la patrona, la Virgen de la Consolación. Entre ellas estaba Felipe, a quien se le había instalado en el corazón el deseo después de haber descubierto una foto de su padre, de esas en blanco y negro, llevando al santo.
De Pozuelo de toda la vida, sabía que en sus tiempos había habido una hermandad de labradores y ganaderos, de carácter sindical, de la que solo quedaba el estandarte, del año 1945. Lo recuperaron, le pidieron al párroco si podía celebrar una Eucaristía —«venga, veníos», les dijo—, y pensaron: «Bajamos al santo, lo vestimos, le ponemos espigas…». Como la celebración fue una fiesta, se animaron. «Si vais a entrar en temas de santos, hacedlo bien», los alentó el sacerdote.
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Cada vez más hermanos
En la asamblea fundacional estuvieron 45 personas que pasaron a ser hermanos; actualmente son 60 y creciendo, porque la voz se ha ido corriendo por el pueblo y alrededores y las llamadas se suceden. Más, desde la peregrinación que acaban de realizar a la colegiata a ver al santo que tienen por titular. Tuvo lugar el pasado domingo, 25 de septiembre, y recorrieron cerca de 14 kilómetros andando desde Pozuelo.
Todo un evento al que acudieron más de 80 personas, también de otras hermandades de la localidad, como la de San Sebastián —la más antigua, de más de 400 años—, la de Nuestra Señora de la Consolación, la del Rocío… Relación estrecha hay también con la Archicofradía de Jesús de Medinaceli; algunos de sus hermanos se han comprometido también con San Isidro de Pozuelo.
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«Que san Isidro y la Virgen de la Consolación nos amparen para llegar» era lo que le pedía Bernal antes de salir. Un trayecto que se les dio tan bien que fueron con tiempo de sobra. A las 8:00 horas se dieron cita en la parroquia, desde donde partieron, tras su estandarte —de momento, lo único que tienen, a la espera de empezar a hacer las medallas—, por las calles de Pozuelo hasta la Casa de Campo. Escoltados por agentes de la Policía Municipal de la localidad, accedieron a la zona del lago, después a Madrid Río y de ahí, a la ermita de la Virgen del Puerto, donde hicieron una parada. La subida a la catedral de la Almudena costó un poco, pero compensó el poder rezarle a la patrona de Madrid.
Ya en la colegiata de San Isidro, «los hermanos de la congregación nos trataron de fábula». Se refiere Bernal a la Congregación de San Isidro de Naturales de Madrid, a quienes muestra su enorme gratitud por cómo los han arropado, ayudado y acogido en su incipiente andadura como hermandad. «Ellos son nuestros padrinos, les tenemos un agradecimiento total». Tanto, que les regalaron una acuarela en la que se ve la parroquia de Pozuelo, la colegiata, y la figura del santo madrileño entre ambas.
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Hacer más grande a san Isidro
La Misa, presidida por el párroco de Pozuelo, y la subida al camarín, donde depositaron ante la tumba de Isidro Labrador un ramo de espigas, fue el colofón. «Bueno, y el bocata de calamares de la Plaza Mayor», que no podía faltar. Un día emocionante que se suma al gran hito que vivió la hermandad cuando, invitados por la congregación, estuvieron en la apertura de la urna del santo para su veneración pública, el pasado mes de mayo, y en la procesión.
«Fue muy emocionante, pero lo de ayer [por el domingo]… Que te abran las puertas de la colegiata, cómo nos recibieron los miembros de la Junta de Gobierno… Estamos eternamente agradecidos, nos sentimos superagasajados. Fue un día de mucha alegría; ha sido empezar la andadura de la hermandad a lo grande». La hermandad tiene ya en mente nuevas actividades como realizar la Ruta Isidril. «A ver si hacemos más grande a san Isidro», concluye Bernal.
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