Madrid

El legado de madre Elisa: «El mundo necesita esta llamada de atención sobre los niños, cuando hay tantos abandonados o que no nacen»

  • Titulo: Infomadrid / B. Aragoneses

La madre Elisabetta y la madre Tommasina hablan a veces a la vez. Sentadas en la sala principal de su casa —«solo la usamos cuando viene algún obispo»; ahora la abren para nosotros—, van desgranando la historia y las historias de su fundadora, madre Elisa Martinez. Con lo que cada una aporta, vamos dibujando el mapa de una vida santa y de un legado ingente en Madrid. Elisabetta es la actual superiora de la casa de las Hijas de Santa María de Leuca en San Lorenzo del Escorial, la principal de España. Aunque especifica: «Nuestra fundadora no quería que nos llamáramos superioras, sino madres; no somos superiores a nadie».

Ella es la primera vocación portuguesa de madre Elisa. Lo cuenta aún emocionada, y eso que han pasado ya más de 50 años. Tenía 16 años y era catequista de su parroquia. Madre Elisa había acudido al país luso desde Italia, pasando por España, para fundar allí una casa. Con ese empuje e ímpetu (muy al estilo de santa Teresa de Jesús) que tenía, entró en la primera iglesia que vio para hablar con el cura y que éste le pusiera en contacto con el obispo. Al ver a la joven Elisabetta, le dijo: «Tú serás hija mía». «Yo no tenía ninguna intención de ser monja, y mis padres, menos —apostilla—, pero a partir de ese momento todo cambió». Tanto, que Elisabetta acabó siendo una estrecha colaboradora de la fundadora, «su chófera», ríe.

Madre elisa papa

La primera vez que la llevó en coche aún ni siquiera tenía el carné de conducir. Otros tiempos. Después, hicieron muchos viajes por España, Portugal e Italia. Siempre con la risa y la sonrisa en la boca, porque la madre Elisa «era muy simpática, afable y muy inquieta; era muy activa, no tenía un momento para ella». «Madre, para un poco, que estás cansada», le decía Elisabetta. Pero ella, haciendo caso omiso de los problemas de salud que acarreaba desde la infancia, respondía: «Tenemos que salir». Y salir era visitar sus casas, a sus hijas y a sus niños, o buscar nuevas oportunidades para fundar. 

Siempre decidida, «hacía las cosas pero nunca pensaba que necesitábamos dinero; nunca tenía nada en las manos, solo un rosario». Lo de los dineros y las fundaciones se lo dejaba a san José, del que, como la santa de Ávila, también era muy devota. «Está san José, por eso yo no me preocupo». Un ejemplo: cuando la casa del Escorial se les quedó pequeña, animó a las hermanas a lanzar una medalla del santo varón a la finca colindante. Al poco, los dueños la pusieron en venta. Pero ningún mérito se atribuía la madre: «Todo es obra de Dios, no mía».

Madre Elisa primer plano

Hijos de emigrantes

La primigenia casa-cuna del Escorial la compró la madre fundadora y se abrió el 15 de octubre de 1965. En su origen, para acoger a los hijos de aquellos que emigraban fuera de España a trabajar, fundamentalmente a Alemania. «Nos dejaban sus tesoros, nos decía la madre fundadora, y por eso los teníamos que cuidar como si fueran hijos nuestros». La madre Tomassina llegó en esa primera tanda de hermanas a España, y aquí se quedó ya para siempre. Más tarde, empezaron a acoger a niños abandonados, hijos de madres solteras, de presas… Aún recuerda la madre Tommasina cuando llevaban a los bebés a Carabanchel a que sus madres los vieran a través del cristal. O hijos de prostitutas, que también los hubo. Y niños de protección de menores.

Conservan en su memoria fotográfica las imágenes de Madre Elisa cada vez que visitaba la casa, al menos una vez al año —«le encantaba venir a España»—, a los pies de aquella escalera con barandilla de hierro, rodeada de los pequeños. «A todos los preguntaba su nombre, su edad, su historia…». Era su carisma, el que siguen manteniendo con fidelidad las hermanas por medio mundo: la reeducación moral y social de las madres jóvenes y sus hijos, atendiendo a ambos en conjunto.

Ahora, el perfil es diferente. Todos son niños de origen extranjero —más de ocho nacionalidades tiene contabilizadas la madre Tommasina—, «todos con algún tipo de problema, económicos, familiares», y todos de entre 0 y 6 años. Hay 40 externos y 50 internos, la mayoría hijos de madres que trabajan en el servicio doméstico en Madrid y que libran solo los fines de semana. «La madre Elisa fue profundamente misionera; hizo suya la preocupación de Cristo y de su Iglesia en sus obras», explica la madre Elisabetta.

Madre Elisa cunas

Sed de Dios

Toda la vida de la fundadora «fue muy deprisa», explica sor Elisabetta. Nació en 1905 en Lecce (Italia), hija de una familia acomodada. Desde muy pequeña demostró su amor a la Eucaristía, con el deseo de comulgar cada día. Siguió buscando al Señor en el sagrario, con sed. La madre Elisabetta aún recuerda cuando, acompañándola en Roma, la pedía salir en coche y siempre paraba en alguna iglesia abierta para hacer una visita al sagrario y, si veía a un sacerdote, aprovechaba para confesarse.

Pronto sintió la llamada a la vida religiosa pero, tras un paso por las Hijas de la Caridad en Francia, tuvo que regresar al hogar paterno al no ser admitida por sus problemas de salud. Sus padres le construyeron una capilla en los terrenos de su casa. Con el tiempo y la venta de la propiedad, una de sus sobrinas rescató la puerta del sagrario y se la regaló a la madre Tommasina, que la guardó como oro en paño para poderla integrar en el tabernáculo de la capilla de la casa del Escorial (en la imagen inferior, la madre Elisabetta ante el sagrario).

Por inspiración divina, la joven Elisabetta decidió fundar una congregación para dar respuesta a esos anhelos de atención a los más débiles y pequeños. A su muerte, en 1991, dejó 55 comunidades religiosas en 8 países y 600 religiosas. Muy fuertes están en Filipinas y Vietnam. En Europa, no tanto. Aunque la comunidad de Madrid es muy numerosa, 28 hermanas, no hay ni una española.

Madre elisa capilla

La curación de un feto en el seno materno

«La madre quería todo muy deprisa, y hasta para ir al cielo ha ido muy deprisa», ríe sor Elisabetta. Efectivamente, el proceso de beatificación ha sido fulgurante. Se abrió en 2016, tan solo 25 años después de su muerte, y se concluyó en 2017. En 2021 el Papa Francisco la declaró venerable y el pasado 25 de junio de 2023 fue beatificada. El milagro fue la curación de un bebé aún en el seno materno que venía con complicaciones incompatibles con la vida. Era una niña que nació completamente sana, después de la oración intensa a la madre Elisabetta, el 19 de marzo (día de san José) de 2018.

No podía haber sido otro milagro de la fundadora, «porque su apostolado es para la salvación de los niños». Y añade sor Elisabetta: «El mundo necesita esta llamada de atención sobre los niños, cuando hay tantos abandonados o que no nacen». «Si llega una madre con un niño —animaba a sus hijas— nunca digáis que no a ese niño».

Madre Elisa bebe

Hay otros dos rasgos de la vida de la fundadora que sobresalían en ella: su amor a los sacerdotes —«nos pedía que rezáramos mucho por ellos»— y su amor a la Virgen María. De los primeros sitios donde fundó casa fue en Lourdes y en Fátima. «Hijas mías —recuerda la madre Elisabetta que les decía—, tenéis que ir a la Virgen a pedir coraje y perseverancia en vuestra vocación». Y también les pedía: «¡Os quiero a todas santas!».

El pasado 24 de septiembre, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, obispo auxiliar de Madrid, celebró una Eucaristía en la parroquia de San Lorenzo de El Escorial en acción de gracias por la vida de madre Elisa. A ella acudieron las hermanas pero también jóvenes que han sido «hijos» de la casa. Ahí estaba Fidel, que a sus 30 años lleva un camino de conversión que le ha llevado a prepararse para la Primera Comunión. Recibió el Bautismo de bebé, en la capilla de la entonces casa-cuna.

No es el único que vuelve a sus raíces. Hace poco, llegaron a la casa una mujer procedente de Andalucía junto a su marido. Con las pocas referencias que le había dado su madre, buscó a las hermanas en internet. «Se acordaba, pero muy poco», afirma sor Elisabetta. Reconoció vagamente a la madre Tommasina, y lloró cuando se abrazaron. «He encontrado a mis primeras madres», contó.

Madre elisa parque

El Instituto Superior de Pastoral inaugura en octubre un seminario de la Cátedra Juan de Dios Martín Velasco

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  • Fin Agenda: 18-10-2023

El Instituto Superior de Pastoral de la Universidad Pontificia de Salamanca (paseo Juan XXIII, 3) inaugura el miércoles 18 de octubre un seminario de la Cátedra Juan de Dios Martín Velasco. Organizado con el tema Mediaciones de lo sagrado: La construcción humana de la religión, se impartirá los miércoles, de 19:00 a 20:30 horas, con el siguiente calendario:

  • 18 de octubre
    • Benito Enrique García Guerrero. Fenomenología de la religión en una época de crisis de Dios
  • 13 de diciembre
    • Miguel García Baró. Lo sagrado
  • 7 de febrero
    • José María Pérez-Soba. El Misterio
  • 13 de marzo
    • Pedro Rodríguez Panizo. La respuesta del sujeto al Misterio I
  • 10 de abril
    • Pedro Rodríguez Panizo. La respuesta del sujeto al Misterio II
  • 8 de mayo
    • José Luis Corzo. Mesa redonda con los ponentes anteriores

La entrada es libre. Más información en el tfno. 91 171 01 32. Email: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..

La Esperanza de Madrid y la Esperanza de Triana, unidas al comienzo de curso

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Hay un aire especial cuando uno pasa por la calle Pureza de Sevilla, en Triana, y a la altura del número 55 se detiene ante la Capilla de los Marineros. Al entrar, de frente, lo recibe Nuestra Señora de la Esperanza; a la derecha, el Santísimo Cristo de las Tres Caídas. En agosto de 2015 nació en Madrid la Hermandad Sacramental Santísimo Cristo de las Tres Caídas, Nuestra Señora de la Esperanza de Madrid y San Juan Evangelista. Dos Esperanzas, la de Triana y la de Madrid, esta última «espejo» en el que se mira la primera según el hermano mayor de Triana, Sergio Sopeña, y «cada una en su casa», como explica Julio Rivera, hermano mayor de la madrileña.

Pero con una estrecha relación entre ambas. Hay mucho trianero en Madrid y, por supuesto, en las Tres Caídas. «Nuestro Cristo —añade Rivera— es también muy trianero, tercera caída igual, y se mueve por la calle de forma muy parecida». Cada septiembre, la hermandad de Madrid hace algo especial para celebrar su aniversario y también como arranque del curso litúrgico. «Cada dos años bajamos a Triana», apunta el hermano mayor, y tocaba este.

Fue el día 16 de septiembre, en una peregrinación que comenzó en el Rocío, «donde nos recibió la hermandad y nuestro párroco pudo celebrar la Misa». Por la tarde acudieron a la Capilla de los Marineros, una visita que coincidió, además, con la salida procesional de la Divina Pastora de Triana.

Esperanza Madrid Sevilla rocio

Para la hermandad de Triana también fue una visita querida y agradecida. «Recibimos muchísimas hermandades, pero esta es algo más significativa», reconoce su hermano mayor, Sergio Sopeña (en la imagen principal, junto a Rivera, en el centro, y otros miembros de la hermandad de Madrid). «Cuanto más nos visitan, más nos alegra» porque, además, ellos demuestran ese cariño a una misma advocación, la Esperanza. También les agradecen esa manera de extender su devoción en Madrid.

Le preguntamos a Sopeña qué se le puede pedir a la Esperanza. Él, este año, «como hermano mayor le imploro a nuestros benditos titulares paz social dentro de le hermandad, que haya amor fraterno y sea centro de convivencia y de comunión». Muy en la línea del sínodo de los obispos, que se celebra estos días en Roma, con la vista puesta en la sinodalidad, en ese caminar juntos.

También reconoce que «al hermano mayor le llegan muchas peticiones de personas necesitadas de esperanza». Él, que tiene el privilegio de poder estar muy cerca de la Virgen en muchas ocasiones, siempre se acuerda «de los hermanos más jóvenes» que sufren problemas de salud. Y ve también en los devotos esos «ojos de esperanza, que saben que con Ella van a atravesar el bache». De todas formas, la Esperanza de Triana siempre está «donde está una persona que la lleva en su corazón; cuando alguien la tiene dentro, Ella no le deja solo».

La CE para los Laicos, Familia y Vida organiza una conferencia virtual sobre el Primer Anuncio

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  • Fin Agenda: 21-10-2023

El sábado 21 de octubre, de 10:30 a 13:30 horas, tendrá lugar la conferencia virtual organizada por la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida con el título El Primer Anuncio como centro de nuestra acción pastoral. Una cita informativa dirigida a delegados de Apostolado Seglar de las diócesis, movimientos, asociaciones, congregaciones y grupos sinodales, así como a laicos de cualquier edad, sacerdotes, religiosos… interesados en el Primer Anuncio.

Moderada por Irene Pozo, directora de Religión de Ábside Media, será impartida por Juan Ignacio Damas López, vicario general de la diócesis de Jaén y anterior responsable del Área de Primer Anuncio de la CEE, y Josep Otón Catatán, doctor en historia, catedrático de enseñanza secundaria y profesor del ISCCRR de Barcelona.

La conferencia es gratuita, pero hay que inscribirse en este enlace.