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Este fin de semana, días 9 al 11 de septiembre, la Asociación Gothia –de la diócesis de Madrid- celebra en Los Negrales unas Jornadas de estudio, convivencia y oración. Este año, el encuentro -desde la espiritualidad hispanovisigótica o mozárabe- desarrolla el tema María, Madre de la Iglesia.
El padre Diego Figueroa Soler, responsable del mismo, explica que la asociación Hispano-Mozárabe Gothia «cumplirá el mes próximo tres años de vida. El cardenal Rouco encargó a un grupo de sacerdotes y laicos que participaban asiduamente en la misa en rito hispano que se celebra cada semana en Madrid, por aquel entonces en el monasterio de las Clarisas de san Pascual, y a su rector, el P. Manuel González, responsable del rito mozárabe en Madrid, la creación de dos asociaciones hermanas, una de laicos y otra de clérigos, que aseguraran y promovieran el culto según nuestro antiguo rito en la diócesis de Madrid. Una de las actividades para la difusión de este rito es Campus Gothia, un fin de semana de estudio, convivencia y oración en el que diversos ponentes, muy buenos profesores, vienen a instruirnos en aspectos que puedan ser interesantes en el conocimiento de esta espiritualidad y para la vida cristiana: celebramos juntos, charlamos... todo lo que pueda ser bueno para la vida espiritual de quien quiera acercarse».
Asegura que organizar unas jornadas «es la fórmula más completa que hemos encontrado, y la que mejor complementa la celebración semanal de la eucaristía, cada martes, en la basílica de la Concepción de Nuestra Señora. Una vivencia más intensa de la comunidad reunida, de la fe celebrada, de esta mirada particular hacia el Señor. Esta será la tercera experiencia: la primera fue hace ya siete años en Loyola; hace dos años nos reunimos en Los Negrales, en la casa de la Institución Teresiana, y ahora repetimos sede, dando una continuidad mayor y más decidida a estos encuentros: funcionan y hay que asentarlos».
Según Figueroa, hay «más de cien participantes inscritos» para participar en el Campus, que «no responden a un perfil único, es un grupo muy heterogéneo. Las edades son muy variadas: desde jóvenes veinteañeros a jubilados interesados en su vida de fe, estudiantes, trabajadores... Lo único en común es que han visto un programa que les puede ayudar a crecer, que puede serles muy útil, que les puede ayudar a vivir una experiencia profundamente eclesial, alegre de carácter y seria de contenido y, a la vez, un encuentro con el Señor».
Programa
Respecto al programa de este año, asegura que «hemos querido ofrecer una perspectiva bíblica, histórica, dogmática y artística sobre la fe de la Iglesia en la Virgen María, y para ello hemos recurrido al P. Manuel González, al P. Andrés Martínez y al P. Ángel Castaño, todos ellos de la Universidad Eclesiástica San Dámaso, y al P. Ruberval Monteiro, benedictino, profesor en el Pontificio Instituto Litúrgico San Anselmo, de Roma. Además, hemos pedido al P. José Antonio Belmonte que nos hable sobre la oración hacia Oriente, tema muy de actualidad en la vida de la Iglesia, del que es un gran experto, y al P. Mariano Perrón que enseñe a la gente a orar con el método de la Lectio Divina».
El curso se completa con la celebración de la misa en Rito hispano sábado y domingo. En la web de la asociación se puede consultar el programa íntegro.
En alusión al tema, señala que «hace dos años fue Kyrios. Fue una mirada a Cristo como el Señor, tal y como la liturgia visigótica y mozárabe lo reconoce y aclama. Creímos que esa perspectiva tan rica que se nos ofreció debía ser complementada por la mirada a María, su Madre, modelo de lo que la Iglesia es cuando celebra la liturgia, pues con gran belleza en la liturgia mozárabe, en especial en el prefacio de la misa de Navidad en el que se inspira el curso, María y la Iglesia son puestas en paralelo para profundizar en su misión en el mundo, en su relación con Cristo. Oraremos en estos días con ese prefacio de manera pausada e intensa».
El Campus comienza en la festividad litúrgica de santa María de la Cabeza. Algo que no es una casualidad. Y es que «encontrar fecha para organizar una actividad, además de las habituales de las parroquias o movimientos, es complicado. Los miembros de la Asociación hispano-mozárabe están insertos en la vida de sus parroquias, colaboran en movimientos... Esta fecha nos permite poner nuestro curso bajo el patronazgo de una santa mozárabe, esposa de otro santo mozárabe, San Isidro, que vivió su fe cristiana en ambiente difícil en el Madrid ocupado por los musulmanes. El año pasado celebramos esta fiesta con una misa mozárabe preciosa en la colegiata de San Isidro, este año con el curso Campus Gothia».
Rito hispano-mozárabe
Respecto a la situación actual de la liturgia hispano-mozárabe, Figueroa segura que «desde Madrid, donde el rito tiene culto semanal, un culto muy cuidado y de activa participación, acompañado por multitud de charlas de formación y de encuentros, y una presencia cada martes más viva y numerosa, la mirada es esperanzada. Es una gota en el océano, sin duda: los que celebramos semanalmente en esta liturgia somos romanos, pero encontramos en ella elementos que la pueden hacer valiosa para la fe de nuestro tiempo, y por eso queremos seguir buscando caminos para darla a conocer, para que no sea algo curioso o anecdótico, sino fuente de fe y de vida cristiana para todo aquel que quiera conocerla: así la crearon nuestros padres (san Isidoro, san Ildefonso, san Leandro, san Julián, tantos...), así la promovieron, así la queremos celebrar y comunicar nosotros hoy».
En cuanto a sus características, señala que «la liturgia hispana surge en un ambiente en el que la confrontación con el arrianismo hará volver la mirada de los fieles especialmente a Cristo como Señor y como Sacerdote: esto es central. Igualmente sobrevive en tiempos del Islam en España, por lo que acentúa la Trinidad de personas de un único Dios, distanciándose del Dios del Islam, unipersonal. La Virgen María es el signo del poder salvador de Dios, pues ella es Virgen y Madre. La celebración esperanzada hacia Oriente, pues la Eucaristía se celebra no para entretenernos, sino para que el Señor vuelva. Y, por la influencia del libro del Apocalipsis, que se refleja constantemente en la celebración, el número siete, signo de la catolicidad y de la acción del Espíritu Santo. Vamos, catolicismo puro y duro, que remarca todo lo que, curiosamente, necesita remarcar también nuestra fe en estos momentos...».
En nuestra diócesis, «cada martes a las 19:00 horas, en la basílica de la Concepción aseguramos, gracias a la labor preciosa y delicada, sacrificada y constante, de un gran número de fieles de estas dos asociaciones y amigos, que todo el que quiera pueda participar con gran fruto espiritual en la misa en rito hispano. Este es un tesoro de nuestra fe en nuestro tiempo, que merece la pena valorar y aprovechar. No es una liturgia hecha para un día o tiempo concreto, sino para seguir con ella el curso del año litúrgico: no está pensada para un día, para una fiesta, sino, como el año litúrgico en cualquier otro Rito, para ir recibiendo la gracia del Señor con su orden en la Liturgia de la Palabra, sus distintas y características oraciones... Todo lo que estudiamos y vamos conociendo lo ofrecemos cada martes. Por eso aprovechamos esta ocasión, Campus Gothia, para invitar a todos a participar en esta liturgia. En nuestra diócesis, puntualmente, también el templo eucarístico de San Martín acoge la misa en este rito, y la asociación hispano-mozárabe Gothia se esfuerza en llevar esta misa a veces a otras parroquias que nos lo piden. Cerca de nosotros, en la diócesis de Alcalá, el P. David Calahorra, con un grupo de fieles, también intentar levantar este rito. O en Asturias, con el P. Gaspar Muñiz. Hay muchos héroes anónimos que, con sus estudios y con su perseverancia, tratan humildemente de hacer crecer este rito y de ayudar a todo católico a valorarlo y aprovecharlo. Sin duda, todos miramos y tenemos en cuenta a la diócesis de Toledo y al Superior del Rito, el P. Braulio Rodríguez, arzobispo de Toledo, que el domingo próximo visitará Campus Gothia para animarnos a perseverar y celebrar con nosotros», concluye.