Madrid

Cada año, en estas fechas de Adviento, Radio María y su programa infantil La hora feliz lanzan la campaña de cartas y felicitaciones de Navidad a niños de otros países. Este año quieren llevar su cariño a los niños de Araure (Venezuela).

Este país está viviendo una situación política y social muy complicada que ha llevado a la escasez de alimentos y medicinas. Más de 3 millones y medio de habitantes han tenido que salir del país. El obispo auxiliar de Caracas, monseñor Tulio Ramírez, también director de Radio María en Venezuela, ha afirmado que la Iglesia está ayudando a mucha gente que vive triste y desanimada.

Desde el año 2015 surgió el deseo de llevar un mensaje de esperanza a los niños del mundo entero. Ese año pidieron a los oyentes más pequeños que enviaran cartas y felicitaciones de Navidad dirigidas a los niños de Irak, que habían tenido que abandonar sus casas en el año 2014 cuando el Estado Islámico invadió su país. Las felicitaciones llegaron hasta los campos de refugiados. Al año siguiente se fueron hasta Alepo, en Siria, donde los niños sufrían la guerra cada día. Ya en 2017 se dirigieron a Manila, Filipinas. Allí hay muchos niños que viven en las calles, algunos han huido de sus casas y otros han sido abandonados por sus familias. Finalmente, el año pasado recogieron las cartas de los niños españoles y las llevaron hasta Guinea Ecuatorial. Los niños que las recibieron viven en casas muy humildes, la mayoría de ellos trabajan y carecen de muchas cosas pero son muy felices.

En este año, con el objetivo de que no se pierda la esperanza, desde Radio María España quieren hacer llegar a Venezuela las cartas y dibujos de Navidad que envíen los oyentes hasta el 23 de diciembre, a la dirección La hora feliz (paseo Lanceros, 2, planta 1ª, 28024, Madrid). Los mensajes navideños serán distribuidos entre los niños de dos escuelas parroquiales de la ciudad de Araure, en el estado Portuguesa: Nuestra Señora del Pilar y Jesús Horizonte y Camino.

El pasado domingo, 15 de diciembre, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, dedicó el nuevo templo de San Manuel González (Gregorio Marañón, 9), asentado en San Sebastián de los Reyes. «El prelado nos animo a que sea una parroquia eucarística, en la que el sagrario sea física y espiritualmente el centro», recuerda el párroco, José María Marín, quien aún guarda en el corazón «el ser parte de este milagro y del amor vivo de Jesús».

En el transcurso de una solemne Eucaristía, en la que estuvieron presentes más de 1.000 fieles, el arzobispo madrileño consagró el altar y bendijo las nuevas instalaciones. Acompañado por el vicario del clero, Gil González; el vicario episcopal de la I, Juan Carlos Vera; el párroco, y numerosos sacerdotes del arciprestazgo de Alcobendas-San Sebastián de los Reyes, destacó que «desde el sagrario, como decía el santo que da nombre al templo, se construye una parroquia».

Una obra financiada por donativos y suscripciones de fieles

En una homilía centrada en la figura de san Manuel González, el purpurado reseñó que «la obra es un verdadero milagro que surge gracias a la generosidad de mucha gente que colabora». Porque, tal y como detalla el párroco, «está financiado totalmente por donativos y suscripciones de fieles». Por eso, el cardenal destacó que «haber construido la iglesia denota una comunidad, un pueblo cristiano vivo», porque «de ahí surge toda la vida de la caridad».

Marín, ligeramente emocionado, confiesa que, durante la Eucaristía, «se notaba mucho amor al Señor» porque «estaba todo muy cuidado, cada uno de los detalles, con muchísimo cariño». Además, pone un acento especial en el momento de la consagración: «Sentir, por primera vez, que se hace presente el Señor en el altar fue muy emocionante, así como reservarle en el sagrario».

Una fecha para enmarcar. Tanto para la Iglesia que peregrina en Madrid, como para la comunidad de San Sebastián de los Reyes. Una comunidad que, tal y como subraya el párroco, recibió al cardenal «de una manera muy especial», pues «estaban todos deseando que llegara este día». Esta iglesia, hoy más que nunca, «es parte de ellos».

Los cimientos de la parroquia

Erigida canónicamente el 23 de diciembre de 2010, la parroquia comenzó su andadura en un prefabricado. La primera Eucaristía se celebró el 6 de febrero de 2011 y, tras un año y medio celebrando la Misa al aire libre, comenzaron en un barracón en abril de 2012.

La construcción del nuevo complejo parroquial dio comienzo en diciembre de 2017, y ha sido realizada por el arquitecto proyectista Ramón Fernández-Alonso, el arquitecto director Horacio Fernández del Castillo, la aparejadora Carmen González, el project manager Francisco Javier Marín, el constructor Antonio Jiménez y el jefe de obra Félix Marín.

Tras 10 años versionando canciones de artistas conocidos, el Coro de Tajamar lanza su primer villancico original: Frío en Belén. La canción explica cómo vivió san José la primera Navidad.

Los villancicos del Coro de Tajamar superan los 7 millones de visualizaciones en YouTube. Tras una década versionando canciones conocidas de artistas como Carlos Rivera, Melendi, Michael Jackson y Los Secretos, el Coro de Tajamar ha decidido ofrecer algo nuevo a las familias. De ahí nació la idea de componer la música y letra de Frío en Belén.

Primera composición musical

En el videoclip se ha querido personificar la figura de san José en los padres de la actualidad y reflejar a través de sus alegrías, agobios y vida cotidiana lo que vivió la Sagrada Familia hace más de 2.000 años. En el rodaje se involucraron y participaron familias y alumnos del colegio Tajamar de Madrid.

Los 37 alumnos de entre 9 y 11 años que componen el coro han puesto mucho trabajo e ilusión en el proyecto. «Al no conocer previamente la música del villancico fue un reto para los integrantes del coro porque no tenían una referencia en otro cantante. Después de los ensayos se fueron emocionando y haciendo suya la canción», comenta Álvaro Torres, compositor de la letra.

Siguiendo los consejos del papa Francisco

El Coro de Tajamar ha querido centrar el nuevo villancico en el belén siguiendo la recomendación del papa Francisco en su carta apostólica Admirabile signum: «Con esta Carta quisiera alentar la hermosa tradición de nuestras familias que en los días previos a la Navidad preparan el belén, como también la costumbre de ponerlo en los lugares de trabajo, en las escuelas, en los hospitales, en las cárceles, en las plazas…».

Conciertos del Coro en Navidad

El Coro de Tajamar realizará diferentes actuaciones durante estas navidades:

• 16 de diciembre. A las 19:00 horas, Concierto navideño con Los Seccretos en el teatro Nuevo Alcalá.
• 20 de diciembre. A las 17:15 horas. Colegio Tajamar.

Con el poemario Tu clara presencia, Teresa de Jesús Rodríguez Lara (La Laguna, Tenerife) ha obtenido el XXXIX Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía Mística, fallado en la Universidad Pontificia de Salamanca. La dotación es de 7.000 €, la edición de la obra y una medalla conmemorativa. La obra ha sido seleccionada de entre 248 poemarios de 25 países. Teresa de Jesús Rodríguez cuenta con numerosas publicaciones, de manera especial en el campo de la poesía, ha recibido diversos reconocimientos entre ellos dos menciones de honor en otras tantas ediciones en este Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía Mística.

La obra ganadora, Tu clara presencia, es un Poemario que se desarrolla desde la seguridad que da la conciencia filial, en el que imperan tanto la suavidad como la pasión amorosa. Hay ecos repetidos de la mística clásica: «castillo interior», «música callada», «silencio sonoro»…, así como resonancias bíblicas: «hijo pródigo», «Buen Pastor», «Agua viva»… Una vehemencia sostenida nutre los versos, al igual que la lúcida visión de lo celeste vivido como primicia ya en el contexto terrenal. La visión se hace táctil: «enciendes en mi alma / serenas claridades / que bullen en mí / como lluvia de besos melodiosos»; el hablante lírico arde en deseos de abismarse en lo celestial, de quedar inundado del agua viva que es Dios. Ni la certeza de la precaria condición humana hace titubear la voz lírica; la poeta se sabe incorporada al cauce del amor divino, y ansía quedar embriagada del sentimiento amoroso: «Quién bebiera y bebiera hasta hartarse / del torrente vivo / que rueda por tu pecho».

Por otro lado, el poeta panameño Javier Alvarado ha recibido una Mención de Honor por su obra El pastor resplandeciente. En este libro, constituido exclusivamente por sonetos, se expresa, con gozo, un hondo sentimiento religioso. Hay un vigor en la expresión que se conjuga armónicamente con la forma estrófica elegida: los poemas son cantos, celebraciones del alma, que deambula gozosa en la certeza de estar anclada en el amor divino. Los versos quedan configurados, en este contexto de religación profunda, en ofrenda del poeta, en reconocimiento humilde de la grandeza divina, que es misericordia, belleza esplendente, amor a raudales. La seguridad espiritual del poeta se traduce en un verbo firme, modulado, que acoge con optimismo viador a las criaturas y todo lo creado: «Y mi palabra es rústica de barro / se ilumina en férulas de estrellas/ cuando bajo a la tierra con tu boca // y extraigo agua divina del guijarro / y se desborda el pozo en las botellas; / tu oratoria de Dios que se desboca».

El presidente de la Fundación Fernando Rielo, padre Jesús Fernández Hernández, en su mensaje afirmó que «partimos de un hecho cierto. La poesía mística es un arte hecho de palabras que, además de recapitular cuanto pueda decirse de la poesía lírica en general, nos transporta al recinto donde se concentra el misterio más acendrado del ser humano: su destino transcendente, que da unidad, dirección y sentido a todo vivir auténtico. Si la poesía mística despliega en el tiempo su prosodia y textura léxica, enciende, por otro lado, para el lector el resplandor de lo eterno, porque sondea en lo más profundo del alma y descubre en ella la verdad fundamental de que está llamada a culminar el camino de la plenitud».

Los otros finalistas fueron Antonio Bocanegra (San Fernando, Cádiz), Miguel Sánchez Robles (Caravaca de la Cruz, Murcia); Theresia Maria Bothe (Sicilia, Italia); Luis García Pérez (Ciudad Real); Lucrecio Serrano Pedroche (Albacete); Iván Cabrera Cartaya (Tacoronte, Tenerife); Carlos González García (Fresnedillas de la Oliva, Madrid); Beatriz Villacañas Palomo (Boadilla del Monte, Madrid).

El jurado estuvo conformado por Jesús Fernández Hernández, presidente de la Fundación y del Jurado; Jaime Siles Ruiz, catedrático de latín de la universidad de Valencia y poeta; Mª Jesús Mancho Duque, catedrática de Lengua Española de la universidad de Salamanca; David Gregory Murray, crítico literario; José Mª López Sevillano, secretario Permanente del Premio.