Firma: Jesús Poveda habla en la Facultad de Derecho de la UCM sobre el derecho a la información cuando la vida está en juego
Fin Agenda: 22-02-2022
El aula 105 de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid acogerá este martes, 22 de febrero, una charla coloquio con Jesús Poveda, profesor de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de la Madrid y presidente de Provida Madrid. Con el título Derecho a la información cuando la vida está en juego, dará comienzo a las 14:30 horas. Y se podrá seguir en doble modalidad:
Presencial. Respetando las normas establecidas por las autoridades sanitarias para esta situación de pandemia.
Firma: El colegio Valdeluz acoge el encuentro de catequistas de la Vicaría VIII zona urbana
Fin Agenda: 12-03-2022
El salón de actos del colegio Valdeluz (entrada por Ginzo de Limia, 47) acogerá el sábado 12 de marzo el encuentro de catequistas de la Vicaría VIII zona urbana. Una reunión que se desarrollará de 10:30 a 13:30 horas, y que contará con la participación de Juan Carlos Carvajal como encargado de impartir la ponencia central, titulada La Catequesis en clave de iniciación. Todo ello, respetando las normas establecidas por las autoridades sanitarias para esta situación de pandemia.
Firma: Xavier Azcoitia reflexiona sobre el duelo en el VI Ciclo Familia de Virgen del Cortijo
Fin Agenda: 14-03-2022
Continúa la programación del VI Ciclo Familia 2021-2022 organizado por Pastoral Familiar de la parroquia Virgen del Cortijo (Ola, 91 - enfrente avda. Maneras, 48), que este año tiene como lema Las cosas que nos preocupan. Una mirada a esos temas que forman parte de nuestra vida familiar y a las nuevas situaciones.
La formación continuará el lunes 14 de marzo con una ponencia titulada El duelo. ¿Cómo afecta a mi entorno familiar? Será impartida por Xavier Azcoitia, counsellor y responsable del Servicio de Atención Espiritual del Centro San Camilo, de Tres Cantos. Y dará comienzo a las 20:00 horas en modalidad presencial, respetando las normas establecidas por las autoridades sanitarias para esta situación de pandemia.
Más información en el 91 766 30 81. Email: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.. Y en este enlace.
«A veces sientes que estás luchando solo, pero con celebraciones como esta te das cuenta de que tienes detrás a la Iglesia». Lo dice Daniel nada más concluir la Eucaristía celebrada el pasado domingo, 20 de febrero, en la catedral de la Almudena, que el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, celebró como clausura de la Semana del Matrimonio. Daniel había acudido junto a su mujer, Inma, y sus tres hijos, Marina, Irene y Daniel (imagen superior), en respuesta a la invitación que se había hecho desde la Delegación Episcopal de Laicos, Familia y Vida. Estaban convocados a la Eucaristía todos los matrimonios, especialmente aquellos que cumplían cinco y diez años de casados. Fue una ceremonia, en palabras de Inma, «cercana y entrañable», en la que se dieron cita familias al completo en un ambiente «festivo».
De hecho, todas fueron con mucha ilusión, como en el caso de Fernando y Carmen, que accedían al templo con sus tres hijos, Carmen, Fernando y Victoria (foto inferior). «Están muy ilusionados porque nunca habíamos venido con ellos a la catedral, y saben que vamos a la casa de Jesús». Además, en un día especial, para celebrar el matrimonio de los papás. De hecho, desvela Carmen madre, a Carmen hija le encanta ver las fotos de la boda y, sobre todo, a su madre vestida de novia. Este matrimonio, que celebrará sus cinco años de casados el próximo mes de noviembre, sentían también ese ambiente de comunidad en la catedral. «Tenemos varios amigos que se casaron el mismo año», y aunque algunos no pudieron acudir porque estaban en una ordenación en Roma, sí se sentían unidos a ellos de manera especial.
La celebración contó con el acompañamiento musical del coro de la parroquia Santa Teresa Benedicta de la Cruz, formado por cinco familias que cuentan con cerca de 30 niños, a los que el arzobispo quiso agradecer de forma especial su música. La ceremonia comenzó con unas palabras de los delegados de Familia, María Bazal y José Barceló, que recordaron aquello que dice el Papa Francisco: la vocación al matrimonio es como conducir una barca en medio de las incertidumbres, pero «Jesús está presente en esa barca».
Ya en la homilía el cardenal Osoro aseguró que «el matrimonio cristiano y con él, la familia, tiene una capacidad singular y especial de cambiar este mundo». Porque «la experiencia de dos personas que se aman y que, fruto de ese amor, traen vida», hace posible «que en este mundo haya hombres y mujeres de bien». En este sentido, recordó que el «anhelo más profundo del ser humano es amar y ser amados». Así, el hombre es más humano cuando el amor, explicó, está en la base de todo.
En este sentido hizo, al hilo del Evangelio, un llamamiento a desterrar el odio. «¿Qué futuro tiene una pareja que se deja llevar por la violencia y cultiva el odio o el resentimiento?», se preguntó. «Nunca olvidemos el perdón –animó–, los cristianos debemos redescubrir la fuerza humanizadora del perdón». Para eso, «necesitamos acoger de nuevo las palabras de Jesús: “amad”», y en esto «los grandes profesores sois los matrimonios». Una propuesta de amor y perdón que el purpurado invitó a presentar a la sociedad «sin alardes, con el ejemplo, con realidades concretas».
El purpurado concluyó la celebración recordando a los presentes el próximo Año Santo de san Isidro que el Papa ha concedido para este 2022. «Un hombre –dijo del patrón de Madrid– que supo construir una familia que, después de tantos siglos, sigue siendo modelo y ejemplo». «En este momento que vive el mundo urge la presencia del matrimonio y la familia cristiana».
En la clausura de la Semana del Matrimonio, quiero dar gracias a los matrimonios cristianos por su sí. Gracias por amaros y entregar ese amor. Gracias a él vinimos al mundo, crecimos en la fe, aprendimos a hacer el bien... #MatrimonioEsMás
Las familias presentes pudieron saludar al término de la Eucaristía al cardenal, que les regaló un ejemplar de la exhortación apostólica Amoris laetitia, del Papa Francisco y, como afirmó Inma, se mostró «muy cercano con los niños». Unos pequeños que salían encantados con un dibujo de san Isidro y santa María de la Cabeza para colorear que había preparado para ellos la Delegación de Familia.
«Lo más importante es la pareja»
«¿Ahora vamos a comer a un restaurante?», preguntaba Irene al salir, porque lo que a ella más le gusta de la familia es hacer cosas todos juntos. A punto de cumplir los diez años de matrimonio, este próximo abril, Daniel asegura que «el balance es muy positivo, siempre a mejor». La llegada de los niños «lo cambia todo» y hace que «sientas que es todo mucho más trascendente». ¿El truco de estos diez años? «Como nos dijo una señora muy mayor en el cursillo prematrimonial, nunca irnos enfadados a la cama», lo que implica, añade Inma, «pedir perdón, aunque pienses que la otra persona no tiene la razón, y perdonar».
Aunque en realidad hay muchos otros trucos. «Quieres mucho a tus hijos, pero lo más importante es la pareja, no los puedes anteponer a ella». Otro más: «Cada uno hemos vivido una vida antes de casarnos, pero no puedes imponer siempre tus criterios o tus formas; hay que tener mente abierta». Y uno último, que aprendieron en una escuela de matrimonios en el oratorio del Caballero de Gracia: «La regla de oro: un minuto de oro al día, una hora de oro a la semana, y un día de oro al mes. Esto es comunicación, cortar con el “¿le has dado el biberón al niño?” y hablar de nuestras cosas». «¿Cómo vais a celebrar vuestro décimo aniversario?». «¡Con una mudanza de casa!», ríen.
En la Misa también estaban Blanca y Víctor, padres de cuatro hijos, para quienes sus diez años de matrimonio, en palabras de Blanca, han sido «una aventura» en los que no han faltado las adversidades. Pero ante esto, «siempre hemos tomado la decisión de mirar al futuro y pedir ayuda a Dios». Y Víctor resume el secreto de un matrimonio fuerte en «tener siempre presente a Dios en todo momento».