Madrid

Gabriel Comas, párroco de San Juan de la Cruz: «La JMJ de 2011 está muy ligada a nuestra parroquia»

  • Titulo: Infomadrid/ M.D.Gamazo
  • Firma: Gabriel Comas, párroco de San Juan de la Cruz: «La JMJ de 2011 está muy ligada a nuestra parroquia»
  • Fin Agenda: 09-06-2024

Este domingo, 9 de junio, el nuncio en España, monseñor Bernardito Auza, preside en San Juan de la Cruz una solemne Eucaristía de acción de gracias en el 70 aniversario de la colocación de la primera piedra del templo parroquial.

«La JMJ de 2011 está muy ligada a nuestra parroquia» afirma Gabriel Comas, párroco actual, cuando nos habla de los numerosos hitos que ha vivido este templo a lo largo de su historia. «La parroquia de San Juan de la Cruz fue erigida el 21 de junio de 1942, desmembrándola de las de Santa Teresa y Nuestra Señora de los Ángeles. Hasta la construcción del templo, las primeras actividades se realizaron en la capilla de las Carmelitas, de la calle Ponzano. Y es que las gestiones para conseguir el terreno donde edificar la parroquia fueron “costosas y hasta inútiles” en el año 1943».

A pesar de eso, la vida de la naciente parroquia se hacía notar, ya que «en el año 1945, y fruto de la visita pastoral, se inicia la Acción Católica». Sin embargo, «no fue hasta el 23 de mayo de 1954 cuando se colocó la primera piedra del templo parroquial». Unas obras dilatadas en el tiempo, como señala el párroco actual. «En 1957 se utiliza el sótano, salón de actos, como cripta-capilla, mientras continuaban los trabajos. Y es que la construcción de la parroquia era una de las mayores preocupaciones, ya que apenas se contaba con más ayuda que las que proporcionaban los feligreses. Por fin, en 1962, el 11 de octubre, el mismo día de la apertura del Concilio Vaticano II, fue inaugurado el templo parroquial, “sin estar terminado del todo”, como dice la crónica. El acto estuvo presidido por Leopoldo Eijo Garay, patriarca obispo de Madrid-Alcalá. Al año siguiente, en 1963, comienza un colegio parroquial, preferentemente para escolanía y monaguillos. Pero en 1965 se paralizan las obras del templo y dependencias ante la desmembración de nuevas parroquias y supresión de clases».

Fachada Parroquia San Juan Cruz

Jóvenes y JMJ 2011, muy ligados a la parroquia

Para el párroco de San Juan de la Cruz, los «momentos más destacados o significativos del templo en este más de medio siglo de historia han sido la ordenación de diáconos de la diócesis, en dos años distintos; la acogida de la Deluju en el 2002; y, sobre todo, la JMJ 2011, con la venida del papa Benedicto XVI. Este evento histórico supuso la acogida en nuestros salones de distintas oficinas preparatorias de la misma, como la que se encargaba de la acogida y catequesis de los obispos italianos durante la JMJ11».

Eso, dentro de una cronología parroquial marcada por fechas significativas. «En 1967 comienza a funcionar la Cáritas parroquial, que canaliza la acción caritativa de la comunidad parroquial. En 1968 se adelanta el altar, cumpliendo las exigencias de la reforma litúrgica emanada del Concilio Vaticano II. En 1970, el entonces vicario episcopal bendice los locales del Hogar de Ancianos, que en 1977 se cambia a otras dependencias. En 1975 se realiza el chapado de la fachada principal de la Iglesia. En 1978 se remoza el salón de actos. Ya en 1982, el 27 de junio, el entonces arzobispo de Madrid, cardenal Ángel Suquía, acompañado de su Consejo Episcopal, celebra en la parroquia la apertura-preparación de la visita del papa Juan Pablo II a España. Dos años después, en 1984, los cooperativistas de viviendas ocupan la Iglesia por varios días. Y en 1986 se habilitan salones para jóvenes y para catequesis».

«En 1987 y 2005 -continúa-, y como he dicho antes, se elige nuestro templo para la ordenación de los diáconos de la diócesis. Del 16 al 18 de mayo de 1988 se celebra una asamblea parroquial para ambientar y poner en marcha el primer Consejo Pastoral de la parroquia, que es presentado en la Misa del 8 de octubre de 1989. Un año en el que comienzan su andadura parroquial los grupos de la Legión de María y Vida Ascendente. Pero, sobre todo, no hay que olvidar que los jóvenes y la JMJ 2011 están muy ligados a nuestra parroquia, ya que en el año 2001 finalizó la construcción del edificio lateral, donde hoy están las salas de catequesis; desde el año 2002 se acoge la Deleju en la primera planta; y en el 2010 se habilitaron los salones parroquiales para la secretaría general y departamentos de la JMJ 2011».

«También hemos acogido en las dependencias parroquiales la secretaría del Encuentro Europeo de Jóvenes de 2018. O el retiro del padre Jacques Philippe en noviembre de 2023, en el que participaron 925 personas durante todo el día en el templo parroquial. Y, desde la pandemia, la Delegación diocesana de Catequesis imparte su formación a los catequistas de la diócesis en el salón de actos de la parroquia. Y todos los lunes tenemos, en el salón de actos, la acogida de la Escuela de Comunidad de Comunión y Liberación», recuerda.

Imagen Benedicto JMJ2011

Sencillez constructiva

«El templo -explica- se construye con el proyecto y bajo la dirección técnica de diferentes arquitectos. El primero fue Guillermo Diz Flórez, ligado desde el principio a la administración pública, que construyó numerosos centros de enseñanza, y realizó viviendas para funcionarios y obras de los Nuevos Ministerios, entre otros proyectos; también José Gómez Mesa, nacido en 1900, que dirigió obras en los Nuevos Ministerios; un tercero, José Rodríguez Cano, estuvo muy implicado en la conservación del patrimonio histórico artístico durante la guerra civil, y trabajó en la Obra Sindical del Hogar y para el Instituto Nacional de la Vivienda; y, por último, Miguel Ángel García Lomas, que realizó obras de los Nuevos Ministerios, y fue director general de Arquitectura y del Instituto Nacional de la Vivienda». Por eso, añade, «la edificación actual podemos decir que ha sido el producto de un largo proceso de muchos momentos sumados. Igual que el cronista dice que el templo se inauguró sin estar terminado, hoy en día se sigue avanzando en diferentes reformas, y en acomodarlo a la actualidad».

«La obra de arquitectura -prosigue- responde a criterios de sencillez constructiva, amplitud y comodidad para los fieles, propios de los templos edificados entre finales de 1950 y la década de los 1960, en unos momentos en que Madrid crece residencialmente hacia el norte gracias al Plan Castellana, que demanda más servicios y dotaciones para una ciudad en expansión. Nuestra iglesia es una obra moderna, inicialmente planteada con arreglo a los cánones litúrgicos preconciliares, que poco después de su inauguración hubo de ser adaptada a los del Concilio Vaticano II».

En la actualidad, «vemos un espacio rectangular de tres naves, con laterales cubiertos de madera, con coro y órgano en planta superior, todo ello iluminado con luz natural por ventanales de alabastro, teniendo su entrada principal por la plaza de San Juan de la Cruz y otra secundaria por Espronceda, 41. En la planta baja, además del templo, que tiene una capacidad de 800 a 900 fieles sentados, se sitúa la sacristía a la izquierda del presbiterio, y a la derecha, junto a la entrada de Espronceda, la capilla del Santísimo, con un aforo para 80 fieles sentados».

De la decoración interior, apunta, «destaca el ábside del templo, con un enorme mural de unos 100 metros cuadrados, pintado por el pintor boliviano Arturo Reque Meruvia, fallecido en Madrid en 1969, en el que figura la exaltación de san Juan de la Cruz. Del mismo autor hay otro mural en la capilla del Santísimo, que representa la multiplicación de los panes. En cuanto a las imágenes escultóricas que hay en el templo, son tallas de madera: el Sagrado Corazón de Jesús, un Cristo Crucificado, San Juan de la Cruz, la Virgen del Carmen, la Inmaculada, un San Antonio de Padua, San José, San Juan Pablo II y Santa Teresa de Jesús».

Altar San Juan Cruz24

Pastoral de acogida

«Por la ubicación y realidad del edificio -confiesa-, y siguiendo el lema elegido para este año, Cristo, nuestra piedra angular, la pastoral está destinada a ser de acogida: con los que son o están en la Iglesia y con aquellos que buscan. De manera doble: por un lado, a las personas del territorio, y por otro, a la diócesis. Se tiene la idea de que es una parroquia de personas mayores, algo que progresivamente está cambiando, como se puede observar tanto en el barrio como en la participación en la Misa, especialmente en la de los domingos por la tarde».

En ese entorno, indica, «estamos intentando que las celebraciones sacramentales sean dignas y, en la medida de lo posible vivas, cercanas. Tanto la Eucaristía como los sacramentos del Bautismo, de la reconciliación... Todo ello, intentando crear comunidad parroquial, y afrontando la dificultad del individualismo y de la indiferencia reinante a través de la acogida, grupos de matrimonios, jóvenes adultos, un grupo intergeneracional, un taller de Belenismo, la Cáritas parroquial, la comunión a los enfermos, el acompañamiento de adultos que piden el bautismo o terminar la iniciación cristiana, que es un tipo de demanda que ha aumentado en los últimos años, o la vigilia de adoración mensual organizada por los jóvenes adultos de la parroquia….». A esto se suma «la oferta de una formación variada, que ha abarcado temas de biblia, liturgia o eclesiología, y que el próximo curso, al celebrar los 70 años de la primera piedra, abordará la cristología».

Rezo Peregrinos

Estrechar lazos y construir comunidad

«Peregrinaciones al Camino de Santiago, Tierra Santa o Turquía» también forman parte de la riqueza pastoral de esta parroquia que viajará «el próximo curso a Roma, por ser Año Jubilar». «Encuentros de convivencias y crecimiento eclesial, espiritual y comunitario, que tienen temas concretos ofrecidos por la parroquia, la diócesis o la iglesia universal» integran una pastoral en la que no faltan momentos de convivencia, «que permiten que nos relacionemos y estrechemos lazos, organizando paellas y cocidos parroquiales para festejar los distintos eventos o aniversarios parroquiales». Sin olvidar, insiste, «que, de puertas afuera, acogemos la Deleju, la Escuela de Comunidad de CyL, las sesiones formativas de la Delegación de Catequesis, los cursos prematrimoniales de nuestro arciprestazgo, y todo lo que nos piden cuando alguna realidad eclesial necesita en un momento dado de unos espacios que nosotros disponemos y ellos precisan para un encuentro».

Por eso, pensando en el futuro, Gabriel Comas se plantea varios retos. «Construir comunidad parroquial es uno de ellos. Otro sería romper con los posibles individualismos y las tendencias a vivir la fe cerradas a la comunidad. Y fomentar el compromiso para que la comunidad parroquial sea más real y viva. También intentar que surjan animadores musicales para las celebraciones litúrgicas. O que cuando se venga a celebrar la fe no se haga como si fuera una carga, sino queriendo tener un encuentro con Cristo que se nos manifiesta en la Palabra, en la Eucaristía, en el Perdón… y nos sale al encuentro para estar con nosotros». Y concluye manifestando un último desafío, a manera de deseo: «ser más corresponsables, cada uno desde los dones que Dios le ha dado, poniéndolos al servicio de la parroquia y de los hermanos».

Comida Parroquial

Sergio López, párroco de Santa Rosalía: «Estamos entrando en una etapa nueva en la que intentamos acoger a todos los que vengan»

  • Titulo: Infomadrid/ M.D.Gamazo
  • Firma: Sergio López, párroco de Santa Rosalía: «Estamos entrando en una etapa nueva en la que intentamos acoger a todos los que vengan»
  • Fin Agenda: 08-06-2024

Este domingo, 9 de junio, la parroquia de Santa Rosalía, en Canillas, celebra con la comunidad parroquial el 50 aniversario de la inauguración del templo parroquial. Medio siglo de historia del que nos habla su párroco, Sergio López García.

«La parroquia fue erigida en el año 1970, y se enclava en el barrio de Villa Rosa, dentro del amplio barrio de Canillas. Había sido un pueblo hasta el año 1949, y después quedó anexado a Madrid. Se trata de un barrio que está construido en una hondonada, por lo que se puede decir que es cerrado en sí mismo, y la población iba creciendo, así que fue necesario segregarse de la vecina parroquia de Santa Paula. Por eso fue erigida nuestra parroquia en 1970 y, mientras se construía el templo, la nueva comunidad parroquial de Santa Rosalía empezó a celebrar la Eucaristía en un local de la vecina calle de Motilla del Palancar, y en ocasiones también en la guardería de la Almudena».

«El templo actual -prosigue- se termina de construir en 1974. Ubicado en la calle Pedroñeras, el entonces cardenal Enrique Tarancón vino el 29 de junio de ese año para celebrar la consagración y la inauguración del templo. Fue un acto muy importante. Lo sabemos porque se conservan fotografías. Y la gente lo acogió con muchísima ilusión, puesto que era la parroquia de su barrio, al que habían venido a vivir parejas de recién casados, y en el que bautizaría a sus primeros hijos».

Fachada Santa Rosalia24

Creciendo en ilusión

Sergio López explica que «la demarcación del nuevo templo abarcaba en un principio terreno de sembrado. Todavía los primeros vecinos recuerdan que aquí se cultivaba el cereal que se cosechaba. Poco a poco se fue edificando en la zona, con la llegada de parejas jóvenes que se casaron. En los años 70 el barrio fue creciendo, y aumentando la natalidad. Para atender a los niños se construyó una guardería diocesana, que desde el principio estuvo vinculada a la parroquia, y también desde sus inicios estuvo regentada por la Congregación de las Hijas de la Inmaculada de Buenos Aires. De hecho, varias religiosas han estado en este centro, en esta escuela infantil, desde sus primeros años, criando a varias generaciones de niños y niñas del barrio. Y hoy es muy bonito ver cómo hoy, aunque la población del barrio está envejeciendo, también se está repoblando con gente joven llegada de Latinoamérica. En su mayoría proceden de Venezuela. Y todos esos niños también están pasando ahora por nuestras aulas».

En este sentido, afirma que «la vida de la parroquia ha ido evolucionando a la par que la vida del barrio, creciendo en ilusión. Poco a poco el barrio se fue transformando: llegó el asfaltado, llegó el metro, se construyó el primer parque en 1983, después el vecino Parque Juan Carlos I… Y la parroquia también iba creciendo: se realizaban las primeras comuniones, las bodas, surgió un grupo de jóvenes, otro de teatro, el de mayores… La vida parroquial fue creciendo al ritmo de la vida del barrio. Sin olvidar que esta parroquia ha tenido también un sentido muy social en la historia del barrio, puesto que no solo ha sido el lugar donde vivir la fe, sino también un espacio de socialización para los vecinos».

Seminarista Santa Rosalia

Acoger a todos

El párroco actual de Santa Rosalía confiesa que «un hito principal de nuestra historia tuvo lugar durante la pandemia, cuando el entonces párroco, Ramón Montero -Moncho- acogió en la parroquia, con la ayuda de la comunidad parroquial, a muchas personas que no podían pagar su alquiler. Durante el tiempo de pandemia vivieron en los locales de la parroquia más de 25 personas. También se les ayudó con sus trámites y papeles, y con temas laborales, por lo que la parroquia ha continuado siendo una referencia en el barrio».

En la actualidad, añade, «la población que atendemos es la del barrio de Villa Rosa que, al estar construido en una hondonada, como decía al principio, es un barrio que está un poco cerrado en sí mismo. Nos encontramos con un territorio con un elevado índice de mayores, pero que está siendo repoblado por personas de origen latinoamericano, fundamentalmente de Venezuela».

Para atender sus necesidades, «las tareas pastorales que realiza la parroquia se concretan en las catequesis, y también en la atención de la vecina residencia de ancianos. Todo ello sin olvidar la celebración de los sacramentos, el acompañamiento espiritual tanto personal como en los grupos de confirmación. Ahora, con la presencia de nuestro seminarista Alberto Ramírez, la vida parroquial está creciendo en intensidad. Así que podemos decir que, poco a poco, estamos entrando en una etapa nueva en la que intentamos acoger a todos los que vengan, que se sientan en familia, y en la que también procuramos dar respuestas a los desafíos pastorales que vamos encontrando cotidianamente».

Acogida Pandemia Santa Rosalia

Realidad actual

A lo largo de estos 50 años de historia, la lista de párrocos que han pasado por el templo no ha sido muy extensa. «En esta fecha, recordamos con especial afecto a los sacerdotes Antonio Barroso y Ramón Montero que, junto conmigo, han ejercido como párrocos. Y no olvidamos al buen número de vicarios parroquiales que hemos tenido, entre ellos el actual obispo de Segovia, César Franco. Además, sacerdotes estudiantes de otros países, y misioneros, han ayudado a llevar adelante la pastoral. En estos momentos, el equipo sacerdotal lo conformamos un servidor, Sergio López, que soy el párroco, ayudado por Julio, un sacerdote de los Padres Blancos que está adscrito, y Alberto Ramírez, un seminarista de último año».

Junto a esta realidad, continúa, «la escuela infantil Santa Rosalía está regentada por las Hijas de la Inmaculada de Buenos Aires, en la actualidad sor Visitación y sor Rosario, ayudadas por un equipo de doce profesionales que trabajan con ellas en la guardería. Y es que el edificio de la parroquia y de la Escuela Infantil diocesana Santa Rosalía son anexos, y están en el centro mismo del barrio. Edificados por los arquitectos Carlos Martínez Caro, Osvaldo de Tapia-Ruano y Matías Romero Ordeig, están construidos en ladrillo visto. De la fábrica, se puede decir que destaca su tejado, en forma de cubo revestido de chapa troquelada, que sobresale de la fachada, apoyándose sobre vigas y aprovechando la abertura dejada para los tragaluces», concluye.

Eucaristia Santa Rosalia24

La Iglesia de Madrid acogerá un acto de reconocimiento a las víctimas de abusos

  • Titulo: Infomadrid
  • Firma: La Iglesia de Madrid acogerá un acto de reconocimiento a las víctimas de abusos
  • Fin Agenda: 07-06-2024

«La Iglesia de Madrid acogerá, a principios del próximo curso, un acto sencillo de reconocimiento a las víctimas de abusos». Así lo ha anunciado el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, que ha participado en la clausura del I Congreso Internacional Jordán, sobre los abusos de poder en la Iglesia organizado por la Compañía de Jesús. Tras tres días de encuentro, los distintos ponentes han analizado las causas estructurales del abuso y sus posibles vías de solución, desde el diálogo de la Teología con otras disciplinas.

Así, en su clausura, el cardenal ha reconocido que el acto sobre el que se está trabajando «no será el final de nada, sino un espacio de encuentro, reparación y testimonio que quiere responder a lo que las víctimas nos van diciendo». Será también un acto de oración —ha dicho—en el que, «reconociendo nuestros errores, expresaremos que queremos seguir acompañando a las víctimas, poniéndolas en el centro de todo, teniéndolas como compañeras de camino, aprendiendo un poco más de ellas cada día, para poder seguir avanzando en una cultura del buen trato y del respeto dentro y fuera de la Iglesia».

Jose Cobo Congreso

Poniendo a las víctimas, «las propias y las ajenas», en el centro de su alocución, el cardenal Cobo ha reconocido el «deber especial» de acoger «el clamor de las víctimas que están en una Iglesia que un día no supo protegerlas, pero que tiene la gravísima responsabilidad de contribuir a su sanación. Ellas forman parte de nuestro rebaño, incluso aun cuando no quieran saber nada de él». 

Para ello ha apuntado siete consideraciones breves: Las víctimas nos afectan a todos, porque todos, «estamos concernidos por su dolor y por el deber de repararlo y revisar seriamente nuestros errores y delitos. Están las víctimas, están los victimarios y está la comunidad cristiana y, no en último lugar de responsabilidad, quienes estamos llamados al cuidado y la guarda de esa comunidad y, especialmente, de sus miembros más vulnerables».

Tenemos que «reflexionar y hacer examen de conciencia» sobre lo que sucedido desde la misión de cada cual, «lo que no impide reconocer que la mayoría de los curas, religiosos y religiosas y agentes de pastoral desarrollan su tarea con generosidad y honradez.  Sin embargo, el respeto al dolor de los supervivientes nos impulsa a exigirnos reflexionar, investigar y darles vuelta a todas las formas de abuso, incluidas las más sutiles formas de ejercicio errado del poder que se adentran en la oscuridad de ese abismo que es siempre la conciencia».

Jose Cobo Congreso 1

Casi siempre junto al abuso de conciencia encontramos «el vecino abuso de poder», que, a veces, «concluye en abuso sexual, mediante la imposición de una espiritualidad manipuladora que consigue distorsionar el rostro de Dios y sus mediaciones eclesiales. Aún no sabemos el infinito dolor que hay escondido detrás de tanto silencio y repliegue personal».

El abuso siempre implica «prevalimiento», ha asegurado, porque «la asimetría de las relaciones se convierte en la plataforma facilitadora de la agresión. Cuando esta asimetría es en nombre de Dios se multiplica la diferencia entre abusador y abusado. En otras formas terribles de abuso no se toma el nombre de Dios en vano, ni se juega a confundir la voluntad de Dios con la lascivia del agresor. En el misticismo perverso o pseudo-misticismo esta distorsión llega a violentar a la víctima hasta límites insospechados y acaba cosificándola. Poder sagrado y asimetría, mezcladas con fragilidad moral y psicológica, con el conocimiento del que ostenta el poder de todos los rincones de la vida del otro, constituyen un escenario peligroso que reclama la exigencia de un estricto e inequívoco código deontológico».

Así, ha pedido hacer «una seria revisión sobre el uso de la autoridad de los ministros, líderes y acompañantes» y determinadas «teologías y eclesiologías que facilitan formas despóticas de ejercicio ministerial». «Revestirse indebidamente de la autoridad divina o ampararse en determinados ritos para esconder pretensiones ilegítimas es una forma pecaminosa de suplantación del nombre de Dios.  Y lo peor es que el acompañante ocupa el puesto de Dios y pretende ser su única mediación anulando la capacidad crítica del acompañado. La obediencia, la confesión, el ejemplo de los santos, todo lo bueno y sagrado puede ser utilizado en una dirección errática». Ni siquiera el Evangelio posibilita que una persona, por muy acompañante que sea, «se convierta en la única voluntad de Dios o en la llave para sacar los demonios que aterrorizan a quien se pone en sus manos».

Jose Cobo Congreso

Mecanismos de alerta temprana

La autoridad se basa en «el servicio y en la compasión, nunca en el dominio, la exclusividad y arrebatando la libertad de la conciencia personal. Por eso reclama continuo discernimiento». Citando a Dysmas de Lassus, ha hablado de «dos diques de contención» frente a los excesos de autoritarismo: la regla y el abad. «Parece evidente que nos han fallado todos y hemos dado mucho poder a algunas personas — sacerdotes, maestros o maestras de novicias — sin la supervisión adecuada. Han fracasado o ni siquiera se han intentado que existan mecanismos de alerta temprana y detección de las desviaciones de poder. Por eso el autor citado, prior de la Gran Cartuja, señala que hay algo de sistémico en los abusos que reclama intervenciones estructurales».

Por último, ha subrayado la particular atención que necesita la reflexión sobre la relación teológica y práctica entre «poder y autoridad»: No podemos identificar poder con ministerio, por eso es tan pertinente la advertencia que hace Evangelii gaudium: No identifiquemos en extremo la potestad sacramental con el poder porque es un elemento conflictivo. El acompañamiento espiritual es un servicio de contraste y una auténtica relación de ayuda. Nunca un ejercicio de poder».

No podemos cansarnos de aprender

Además, el arzobispo de Madrid ha querido destacar algunas peticiones para seguir avanzando en este camino.

«No podemos cansarnos de aprender», ha insistido, porque «en este tema como en otros, no demos nada por sabido. Tenemos que estar aprendiendo continuamente, aprendiendo y a veces desaprendiendo y superando malas prácticas para iniciar otras mejores. Tenemos una buena fuente de magisterio: además de, obviamente, el Evangelio, contamos con la autoridad más importante: la autoridad del sufrimiento. La autoridad nuestras víctimas, porque muchas pertenecen a la Iglesia que puede y debe ser para ellas un ámbito sagrado de sanación. Contemos siempre con el magisterio de las víctimas. Aprendamos con humildad de la autoridad del dolor».

Además, «no debemos tener miedo a la verdad, aunque duela». «El Maestro nos ha asegurado que “la verdad hace libres”. Una Iglesia encadenada y sometida a un falso maquillaje que no asume su condición pecadora, es una Iglesia que hace imposible la redención. Los evangelistas no tuvieron miedo de que se publicitaran las flaquezas de los discípulos, porque el importante era el Maestro de Nazaret y no sus contradictorios discípulos».

Ha pedido también «barrer con coherencia y rigor nuestra propia “Casa”» para ser creídos y creíbles. «Así estaremos en condiciones de legitimidad para apuntar la realidad no atendida de los abusos intrafamiliares y en otros espacios de la vida cotidiana. De otro modo, caeríamos en la denostada política del “y tú más”».  Solo así, ha continuado, «podremos llamar la atención sobre esta cruel realidad que correlaciona con la cultura de la gran desvinculación, con el aislamiento social, el individualismo, la digitalización de la existencia, la pansexualización de la vida, la pornografía al alcance de todos —niños incluidos», y el ayuno de valores incompatibles con el abuso. Hoy no hay uso, sino abuso de casi todo. El poder y lo sexual no dejan de ser expresión de una cultura donde la templanza, la mesura, la morigeración, el autodominio, la preocupación diligente por el otro… están ausentes».

Reintegración social de los victimarios

No obstante, el cardenal ha querido enfatizar sobre «los vaivenes populistas». «Por poco popular que resulte, «la Iglesia, santa y pecadora ella misma, no puede renunciar a que se cumpla el designio del Señor: “Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva”. Tenemos que seguir investigando y profundizando en los factores estructurales y personales que facilitan el abuso y, que ayuden mejor a la recuperación y reintegración social de los victimarios».

Para concluir, ha recordado la supervisión en toda forma de manejo de poder: «Precisamos de conversión y de una revisión de nuestras formas y de nuestros modos de actuar sin contraste y sin discernimiento evangélico. Necesitamos invertir en prevención y formación. Esta debe fomentar formas sanas de liderazgo que no dañen a nadie y que sean fecundas para el desarrollo armonioso de la vida cristiana».

Jose Cobo Congreso 2

Brotes que se convierten en lecciones aprendidas

A pesar de todo, el cardenal Cobo ha asegurado que sigue habiendo «buenas noticias» en la Iglesia: «Están apareciendo proyectos y pequeños brotes que se convierten en lecciones aprendidas. No pretendemos dar lecciones a nadie, pero me atrevo a aportar desde la experiencia de Madrid y en otros puntos, la opción por atender a las víctimas sea de donde sean. Es una concepción no burocrática ni defensista de la atención a las víctimas. Lo que importa es el dolor de la persona y cómo aliviarlo, denuncie o no denuncie, esté prescrito o no el delito, haya fallecido o no su presunto autor. Hay proyectos como Repara donde, más que una oficina para recibir denuncias es un espacio de calidad y calidez para acoger incondicionalmente personas, escucharlas, acompañarlas y ayudarlas en su itinerario de sanación». «No nos podemos quedar detenidos porque hemos avanzado mucho, — ha reconocido —, pero no nos podemos parar. El campo de los abusos espirituales y de conciencia no ha hecho sino recién abrirse. Tenemos que seguir avanzando hacia una reparación integral de las víctimas».

La catedral de la Almudena acoge un nuevo encuentro 'Velad y orad' para jóvenes coincidiendo con el fin de curso

  • Titulo: Infomadrid / B. Aragoneses

El cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, convoca este viernes, 7 de septiembre, a las 20:30 horas, una nueva vigilia Velad y orad, el encuentro que cada primer viernes de mes ha venido manteniendo en la catedral de la Almudena con los jóvenes de la diócesis.

El cardenal Cobo marcó una línea clara para ellos ya desde el principio de su ministerio: «Básicamente, que ayudéis en donde estáis, en vuestras parroquias, en vuestras comunidades, en vuestros colegios, en la universidad, a crear puentes con otros cristianos que están cerca». Ese fue y sigue siendo su sueño para los jóvenes y que, de este modo, «nuestras parroquias y comunidades entren en contacto a través vuestro».

Y esbozó también una segunda línea, «que cuando os vean a vosotros digan “ahí está la Iglesia”». Los animó, así a construir, «marca Iglesia; no marca mi parroquia o movimiento, que está muy bien, sino marca Iglesia».

Con un formato renovado, de escucha y meditación de la Palabra de Dios, adoración eucarística y charla con los jóvenes a través de preguntas que ellos le formulan, los Velad y orad han dejado mensajes claros del cardenal a los chavales en este año. Por ejemplo, que para conseguir que más gente se acerque a Dios basta con «ser auténticos, ya está, es que no hay más». Y lo auténtico, dijo, «lo tenemos nosotros porque tenemos fondo, y el fondo es el Evangelio y es Jesús; si somos auténticos, si estamos dando el Evangelio, no falla».

Junto a esto, subrayó la importancia de «construir grupos y comunidades que sean auténticas, porque así cuando yo esté un poquito más flojo, el de al lado te va ayudar».

Velad y orad general 8x4

«Llevo un mes siendo creyente»

El cardenal Cobo ha tenido también palabras para aquellos jóvenes que se han incorporado recientemente a la Iglesia. «Esta es tu casa», le dijo a uno de ellos, que llevaba «un mes siendo creyente», cuando el chico le preguntó «qué pasos me recomendarías dar».

En primer lugar lo invitó, como san Pablo, a fiarse de los cristianos que tiene alrededor. Y también a darse tiempo. «No hay pastillas para hacerse cristiano ni una aplicación que te bajes; como las cosas importantes de la vida, la amistad, el amor, necesitan tiempo». «No tengáis miedo al tiempo, Jesús interviene también en el tiempo».

También el cardenal Cobo ha dado las claves para cuando uno pierde la fe -más bien cuando uno deja que se pierda «porque se va alejando de la parroquia, o se tienen una crisis y se va…»-.

En primer lugar, «cuéntalo» a los demás. Después, «no dejes de ir a Misa, aunque no lo entiendas mucho; funciona, porque acostumbras al corazón a estar, y te pones, aunque no lo veas, delante de la comunidad y delante del Señor, y eso sostiene la fe». Y, por último, «cuando uno pierde la fe, lo mejor que puede hacer es ayudar a alguien, porque así no te fijas solo en ti, y Jesús te va a ayudar cuando estás atendiendo a alguien».

Otra de las cuestiones que abordó el cardenal es qué hacer con los amigos ateos, tristes y agobiados. Planteó el carddenal dos cosas: «Pasar de él y mandarle un whatsapp con carita de vez en cuando, o podemos cuidarle». El arzobispo de Madrid invitó a practicar lo segundo. «Estad con ellos», y ya que «vas a estar, por qué no le decís a vuestros amigos, sobre todo cuando son no creyentes o cuando están mal, dónde veis vosotros a Jesús», animó.

«¿Por qué no les contáis, cuando vosotros habéis estado mal, qué ha hecho Jesús con vosotros?». Esta es la medicina, abundó: estar y contar, porque «cuando uno está mal, hay un oído especial para Dios». Y vosotros, les dijo, «tenéis una chispa especial, y la gente que está mal está esperando que le iluminéis un poquito».

El cardenal siempre ha pedido una recomendación para cada uno de estos encuentros: «Que no os vayáis hoy de aquí sin aprender el nombre de alguien, que entre nosotros nos vayamos conociendo».

Este Velad y orad de junio coincide con el fin del curso académico. Se puede acceder al guion de la vigilia aquí.

Velad y orad cartel 8x4