La Pastoral Gitana de la Iglesia que camina en Madrid, celebra con alegría, el Día Internacional del Pueblo Gitano, este lunes, 8 de abril, «unidos a todos los gitanos de Madrid y a todos nuestros conciudadanos».
En el manifiesto, recuerdan en primer lugar «a los gitanos que sufren discriminación y situaciones de pobreza, paro, analfabetismo y enfermedad. A imagen y semejanza del Señor Jesús, hacernos presentes y compadecernos de su dolor, y sentir con ellos las dificultades del día a día; en definitiva, ser hermanos de los más débiles».
En esta línea señalan que «nuestro ser gitano nos empuja a ser los primeros en estar al lado de los que otros aparcan: los migrantes, los mayores, las personas sin hogar, los que no tienen trabajo, las mujeres despreciadas o maltratadas, los niños sin educación, los grupos gitanos más despreciados, cualquiera que sea marginado en el cuerpo o el espíritu».
Pero también recuerdan que este lunes será «un día de celebrar, de reconocer los avances que tantos gitanos han conseguido a lo largo de los años». No ha sido fácil, tanto en España como en Europa se han cometido atrocidades contra este pueblo. Han sido muchos siglos en los que hemos sufrido desde leyes anti gitanas hasta el genocidio cometido el siglo pasado».
Según recoge la Recomendación de Política General N.º 13 de la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia: “El antigitanismo es una forma específica de racismo, una ideología basada en la superioridad racial, una forma de deshumanización y de racismo institucional alimentado por una discriminación histórica, que se manifiesta, entre otras cosas, por la violencia, el discurso del miedo, la explotación y la discriminación en su forma más flagrante”. Asimismo, la Pastoral Gitana de la Iglesia en Madrid subraya que «se presenta ante nosotros y en nuestros días una oportunidad de avanzar en solidaridad y en apertura al futuro».
Concluye el manifiesto que «vivamos la Pasión y la Resurrección del Señor como lo hizo Él: lavando los pies en el servicio a los hermanos, amando hasta el extremo de dar la vida, encendiendo la Lumbre de la Vida donde haya cualquier oscuridad. Que la Majarí Calí nos ayude a ser, como ella, rueda de futuro que aúna cielo y tierra».