Madrid

En estos días de aislamiento generado por la crisis del coronavirus, desde la Fundación Pan y Peces se ha estado trabajando para dar respuesta a las necesidades que están experimentando las familias desfavorecidas a las que proporcionan ayuda.

Por iniciativa propia, han decidido repartir a domicilio los alimentos para que los beneficiarios no tengan que exponerse saliendo a la calle.

Con mucha dedicación y esfuerzo, han podido sacar adelante esta iniciativa en la que voluntarios de la Comunidad de Madrid han estado preparando todos los lotes de alimentos de primera necesidad y de productos de limpieza e higiene personal. También han contado con la ayuda de sus propios voluntarios para contactar de manera telemática con todas las familias para informarlas.

Y, gracias a la colaboración de la empresa de transporte Spezial-logística, Bomberos Unidos Sin Fronteras han podido entregar los alimentos a las familias en sus domicilios.

Todo ello gracias al material de protección que muchos donantes les han proporcionado de manera desinteresada permitiendo desarrollar la actividad, siguiendo rigurosamente las recomendaciones de las autoridades sanitarias en cuanto a prevención.

La Fundación tiene previsto poder seguir entregando a domicilio los alimentos para las 800 familias que atiende.

Los alimentos y productos de higiene que la Fundación entrega a las familias para su consumo mensual proceden del Banco de Alimentos, de Cruz Roja, y de las donaciones realizadas por los voluntarios. Pero las ayudas en estos tiempos nunca son suficientes. Quien quiera colaborar puede hacer un donativo a través de este enlace. Y en este número de cuenta: Banco Caminos. ES 23 0234 0001 00 9025 989376.

El obispo auxiliar monseñor Santos Montoya fijó la atención, durante la Eucaristía del jueves de la IV semana de Pascua, retransmitida por YouTube desde la catedral de la Almudena, en cómo las lecturas de la Misa en esta semana se hacían eco de aquellas del pasado domingo del Buen Pastor, «que da la vida por sus ovejas», y dicho de una forma complementaria, «las ovejas necesitan recibir la vida del buen pastor». Esta relación entre el pastor y las ovejas, recalcó monseñor Montoya, es la que se da entre Jesucristo y Dios, «el Padre le ha entregado todo al Hijo el Hijo lo ha recibido todo del Padre», y a la vez entre las personas y el Señor.

Ante esto, surgen las preguntas: «¿Estás dispuesto a entregarte? ¿Estamos dispuestos a recibir lo que el Señor quiere entregarnos a cada uno? ¿Cómo vamos a darnos si no estamos dispuestos a recibir primero? La respuesta del cristiano lógicamente ha de ser el sí. Sí, quiero», indicó el prelado. En este sentido, aludiendo al pasaje del Evangelio proclamado en el que Jesús les dice a los discípulos, tras el lavatorio de los pies, «dichosos vosotros si lo ponéis en práctica», el obispo auxiliar concretó: dichosos «si ponemos en práctica la participación en el sacramento [de la Eucaristía, que sigue al lavatorio] y al mismo tiempo la participación en el servicio, en la entrega, en la caridad a los demás». Así, no tiene sentido el «creo pero no practico», que significa «no entender bien o entregarse de modo inadecuado a los demás».

«Practicar el seguimiento al Señor es practicar su seguimiento hacia los demás», y esto, tal y como indicó, también se puede traicionar, como Jesús indica, «no participando o participando inadecuadamente en la Eucaristía, o no participando en la entrega». Esta va a ser siempre la «gran tentación, la separación entre la fe y la vida, entre la sacramentalidad y la entrega de la vida». Por eso, finalizó pidiendo al Señor precisamente que «nos conceda esta gracia de la unidad entre la fe y la vida […], reconociéndolo en su presencia verdadera en el pan, y también fuera, en los demás, sobre todo en los más necesitados».

El domingo 10 de mayo se celebra la festividad litúrgica de san Juan de Ávila, patrono del clero español. Aunque este año no tendrá lugar la tradicional celebración en el Seminario Conciliar, en la Eucartistía de 12:00 horas de la catedral de Santa María la Real de la Almudena, retransmitida por Telemadrid, el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, tendrá especialmente presentes a los sacerdotes que cumplen sus bodas de oro y plata. También se pedirá, como se está haciendo en todo este tiempo de pandemia, por los que han perdido la vida y los enfermos.

Bodas de plata sacerdotales (1995-2020)

• Francisco Javier Alonso Sandoica, diocesano de Madrid

• Juan Carlos Antona Gacituaga, diocesano de Madrid

• Conrado Bascones Casas, Prelatura de la Santa Cruz 

• Juan Carlos Burgos Goñi, diocesano de Madrid

• Vicente Caicedo Potes, diocesano de Popayán

• Gabriel Comas Bauza, diocesano de Madrid

• Jesús Mariano Cuenllas Rey, diocesano de Madrid

• Benjamín Echeverría Martínez, PP. Capuchinos 

• Vicente Esplugues Ferrero, F. M. Verbum Dei

• Simón Felipe Pérez, diocesano de Madrid

• Carlos María García-Malo de Molina Ferrer, diocesano de Madrid

• Jesús María Hernández Martin, Obra de la Iglesia

• Rafael Hernando de Larramendi, Siervos de Jesus

• Mauricio Antonio Jiménez Feria, diocesano de Madrid

• Francisco López de la Barra diocesano de Madrid

• Ángel López Merino, diocesano de Madrid

• Teodoro Bienvenido Lora Camo, F.M. Verbum Dei 

• Rafael Márquez Morato, diocesano de Madrid

• Fernando José Martins André, diocesano de Madrid

• Juan Eugenio Mora Prior, Misioneros Preciosa Sangre

• Nelson Armando Nájera Fajardo, diocesano de Madrid

• Enrique Naval Tomás, diocesano de Prelatura Santa Cruz

• José Francisco Orozco Ortigosa, PP. Paules

• Mario Ortega Moya, diocesano de Madrid

• Tomás María Ortiz España, Agustinos

• José Fernando Rey Ballesteros, diocesano de Madrid

• Pedro Carlos Rodríguez Fernández, diocesano de Madrid

• Luis Sánchez Navarro, Discípulos Corazones Jesús y María

• Jorge Julián Sichar López, diocesano de Madrid

• Fernando Simón Rueda, diocesano de Madrid

• Gavino Spanu, diocesano de Madrid

• Santos Urías Ibáñez, diocesano de Madrid

Bodas de oro sacerdotales (1970-2020)

• Luis Alonso García diocesano de Madrid

• Jesús Cabellos Alcantarilla, diocesano de Madrid

• Adeodato Hernández Galache, PP. Dominicos

• Eladio López Yaben, diocesano de Madrid

• Alonso Morata Morata, Operarios Diocesanos

• Pablo del Prado Turrado, Hijos Amor Misericordioso

• Tomás Priego Martínez, diocesano de Madrid

• Modesto Romero Cid, diocesano de Madrid

• Felipe Sánchez Sánchez, diocesano de Madrid

Desde el pasado 2 de mayo, la parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Fillipinas (Conde de Peñalver, 40), de los padres Dominicos, ha vuelto a ofrecer los tradicionales desayunos de san Martín de Porres.

Estos desayunos que se ofrecían a unas 90 personas, de lunes a sábado, en los salones parroquiales, en horario de 10:00 a 10:45 horas. Y que, dada la situación excepcional que estamos viviendo a causa de la pandemia provocada por el COVID-19, se han modificado.

Así, un grupo de voluntarias jóvenes se encarga de preparar todos los días una bolsa con bodadillo y fruta para unas 15 personas al día. Además, reciben un zumo y un café caliente, que se pueden tomar en un banco ubicado en el exterior del templo, o en los que hay en la acera.

Para la confección de los mismos, la parroquia antes contaba con las aportaciones de panaderías de la zona. En la actualidad, aunque han tenido que prescindir por ejemplo de la bollería, siguen recibiendo donativos de personas que aportan su colaboración económica para que la obra continúe.

Familias

Además, desde la cáritas parroquial se ha mantenido el seguimiento a las 20 familias vulnerables que recibían un lote de alimentos una vez al mes, en función de sus necesidades.

Preparados por los voluntarios de cáritas, ahora acuden a recibirlos a las puertas del templo previa cita.

A los habituales se ha añadido en las últimas semanas alguna petición puntual, que también ha sido atendida.

Todo esto se sufraga gracias a la colaboración generosa de los feligreses a través de aportaciones económicas.

Templo abierto

Durante este tiempo de confinamiento al que hemos estado sometidos por el coronavirus, la comunidad encargada del templo celebraba la Eucaristía con laudes a las 8:30 horas. Al estar las puertas del templo abiertas, a las misas se sumaban algunos jóvenes que trabajan por la zona, y que asistían respetando las condiciones establecidas por las autoridades sanitarias.

Además, el templo ha abierto sus puertas en horario de mañana y de tarde, lo que ha facilitado que las personas hayan acudido a rezar. Y, en muchos casos, a solicitar el sacramento de la confesión.

Por la tarde, las puertas se abren de 19:00 a 20:30 horas. Lo que ha facilitado que algunas personas participen en el rezo diario del rosario, con la comunidad. O que este jueves asistieran a la exposición del Santísimo, previo al rezo de la oración mariana, y al responso ofrecido por los fallecidos durante esta pandemia.

Culto abierto a los fieles

En previsión a la posibilidad de abrir el culto a los fieles, el templo cerrará sus puertas este viernes, y durante todo el fin de semana. Así, se podrá proceder a realizar trabajos de desinfección, y a la recolocación de los bancos.

El párroco, padre Carlos Recas, explica que la cripta ya está preparada por si se tiene que utilizar. Aunque aún no han decidido los horarios, lo más probable es que durante la semana se celebren dos misas por la mañana -a las 8:30 y a las 12:00 horas- y una por la tarde -a las 19:00 horas-, con un  aforo que no superaría las indicaciones establecidas. En cuanto a las misas domicicales, quizás se elimine alguna de las habituales. «No se pueden hacer grandes previsiones, afrma. Aunque lo que sí es cierto es que la gente está muy deseosa de volver a la Iglesia, y a los sacramentos», concluye.