- Titulo: Infomadrid / B. Aragoneses
«No se turbe vuestro corazón». Con estas palabras pronunciadas por el mismo Jesucristo comenzó el obispo auxiliar de Madrid monseñor Santos Montoya la homilía de las vísperas del domingo de la V semana de Pascua, en la Eucaristía retransmitida por YouTube desde la catedral de la Almudena. Una afirmación del Señor que «nos puede sorprender» en esta «situación concreta que estamos viviendo», en la que se podría justificar la turbación del corazón ante los fallecimientos, las pérdidas económicas, el miedo de la gente…
Monseñor Montoya explicó que «al Señor esto evidentemente no se le escapa; por eso a continuación nos dice: "Creed en Dios, y creed también en mí". La fe en Él va a hacer que no sucumbamos ante la angustia del corazón». Porque «creer en Él es lo que nos sostiene, es lo que le da un sentido a todo, es lo que le da esa mirada trascendente más allá de lo que estamos viviendo».
Esta fe en Jesucristo llevará, como Él mismo asegura, a hacer «las obras que yo hago y aún mayores», algo que, en palabras del obispo auxiliar, «hay que entenderlo bien: no hay obra más grande que la obra de la redención, la que Él ha hecho; sin embargo, hay realidades que van más allá de lo que Él mismo ha hecho, los mismos viajes de san Pablo, las gestas de tantos y tantas personas santas a lo largo de la historia…». Incluso situaciones existenciales como la ancianidad, frente a Jesús, que murió joven: «La persona que sostiene la fe al final de los días, que nos da un testimonio de esa perseverancia en el Señor…».
Ante esta Palabra proclamada, surgiría la pregunta para el cristiano acerca de sus obras, «si cada uno de nosotros está ya haciendo lo que puede, lo que debe hacer» según su profesión o su ámbito vital, «de qué manera podemos contribuir a ser camino, a ser verdad, a ser vida, y vida en abundancia». Y remitiendo al salmo proclamado, «que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros como lo esperamos de ti», monseñor Montoya concluyó asegurando que «la fe va unida a la esperanza y a esta misericordia, a esta caridad. Que las obras sean el reflejo concreto de la fe, de la esperanza y de la caridad».
