Madrid

Desde el inicio de esta crisis que estamos viviendo a causa de la pandemia provocada por el COVID-19, las familias en situación de necesidad se han disparado.

La parroquia Nuestra Madre del Dolor (avda. de los Toreros, 45), de los religiosos Amigonianos, atendía a unas 30 familias vulnerables del barrio de la Guindalera. Desde el inicio de la crisis ha continuado con su seguimiento, además de dar respuesta a las necesidades de tres nuevas unidades familiares del barrio.

Otro de los puntos donde ha centrado su ayuda es en la atención a las familias del colegio Fundación Caldeiro, dependiente de la parroquia. Y es que unas 15 unidades familiares del centro educativo, que no pertenecen al barrio, han acudido solicitando ayuda.

Para responder a todos ellos, desde cáritas parroquial se facilitan unos vales que los interesados pueden canjear por alimentos en dos tiendas de la zona. Además, de manera puntual, se ha pagado el alquiler en dos casos concretos, y el recibo de la luz en una vivienda.

Para todo ello cuentan con los recursos económicos de cáritas parroquial aportados por los socios a través de su colaboración económica. También disponen de los fondos de las colectas específicas; de los conseguidos a través de la lotería anual pro cáritas; y de los rastrillos ocasionales. Con eso, explica el padre Féliz Martínez, consiliario de cáritas, se cubren los gastos, ayudados por los donativos que los particulares ofrecen a cáritas. Pero confiesa que los gastos mensuales han pasado de 1.500 a más de 3.000€, por lo que la ayuda siempre es bien recibida.

Quien quiera hacer una aportación económica a beneficio de la cáritas parroquial puede llamar a la parroquia o enviar un email a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

El 13 de mayo, miércoles, la Iglesia celebra la festividad litúrgica de la Virgen de Fátima.

La archicofradía de Jesús de Medinaceli seguirá las celebraciones desde el santuario mariano de Fátima a través de su página de Facebook.

Comenzarán a las 22:30 horas de esta noche con el rezo del rosario y la procesión de las velas.

Y continuarán el día 13, a partir de las 10:00 horas, con el rosario, procesión, Misa y procesión del adiós.

Procesión de las velas

Desde la archicofradía se anima a los que quieran a sumarse de manera simbólica a la procesión de las velas. Para ello, pueden encerder una vela en su ventana.

Quien quiera, puede compartir ese momento haciendo una foto para subir con el hashtag #MantoDeLuz.

Dada la situación excepcional que estamos viviendo a causa de la pandemia del COVID-19, los fieles no pueden asistir físicamente a las celebraciones litúrgicas en los templos.

Pedro Pablo Tomico, párroco de Bustarviejo y Valdemanco, ha mantenido el contacto con sus fieles a través de las redes sociales. Así, los domingos graba la Eucaristía que celebra en privado y se la envía a través de WhatsApp. También ha hecho oraciones especiales para ayudar a vivir mejor la Cuaresma y la Semana Santa, como un vía crucis, o un rosario rezado con los niños de catequesis pidiendo por los enfermos de coronavirus.

Cáritas

Durante esta crisis, las familias en situación de necesidad han aumentado. También en las localidades de Bustarviejo y Valdemanco, desde cuya cáritas parroquial se ha prestado ayuda a un total de 65 familias.

El pároco explica que desde la cáritas parroquial se hacía un seguimiento a unas 45 unidades familiares de la zona. Pero desde el inicio de esta situación comenzó un chorreo continuo de nuevas peticiones, hasta llegar a las 65 que reciben atención en estos momentos.

El perfil responde sobre todo a inmigrantes de América Latina que carecen de papeles y que trabajaban en la economía sumergida. A la pérdida del empleo se une la carencia de recursos económicos.

Para responder a sus demandas se realiza una primera toma de contacto por teléfono, para intentar conocer la situación real que están viviendo y cuáles son sus necesidades. A continuación se concierta una cita y se les entega la primera ayuda en forma de alimentos no perecederos. A partir de ahí, acuden cada 15 días a por su lote de comida.

Desde la cáritas parroquial se atiende todos los días, de forma escalonada, y cumpliendo las normas establecidas por las autoridades sanitarias. Así, a todos los usuarios se les pide que acudan con mascarilla.

Los productos que ofrecen proceden en su mayoría del Banco de Alimentos de Cantoblanco. Cuando cerró sus puertas en medio de la pandemia, les derivaron a la sede de Alcalá de Henares. Pero ante la imposibilidad de desplazarse, decidieron recurrir a los fondos que tenían en la cáritas parroquial. Para suplir las deficiencias, solicitaron a los comerciantes de la localidad la posibilidad de poner unos cajones en sus establecimientos donde los vecinos pudieran donar los productos que necesitaban.

Además, algunas personas que no podían salir de sus casas por estar contagiadas han recibido vales para realizar la compra, que les llevaban los voluntarios de cáritas a sus domicilios.

También un voluntarios de cáritas se ha encargado de llevar los alimentos a los domicilios de las familias necesitadas de Valdemanco, que no podían trasladarse a recogerlos.

En estos momentos, la sede del Banco de Alimentos de Cantoblanco ha reabierto sus puertas, por lo que el próximo lunes un equipo de 5 voluntarios acudirá a por un cargamento de productos no perecederos para seguir dando respuesta a las demandas de ayuda.

Quien hacer una donación económica para colaborar con cáritas puede llamar por teléfono a la parroquia.

El arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, se refirió, en el lunes de la V semana de Pascua, al salmo 113 para instar a dar «gloria a Dios con nuestra vida […] con nuestra manera de comportarnos, de obrar, de situarnos ante los demás», especialmente en estos tiempos de pandemia en los que «hay tanto sufrimiento en todos los lugares de la tierra». Lo hizo durante la Eucaristía retransmitida por YouTube desde la catedral de la Almudena, en la que aseguró que a Dios se le ha de ver «en nosotros, los discípulos de Cristo», que en todas las partes de la tierra tienen que manifestar esa gloria suya.

Perseguidos. Confiados. Amados. Son las tres palabras con las que resumió la Palabra proclamada, que situó a los fieles en los tiempos de la persecución a Pablo y Bernabé, y en aquella curación del paralítico por parte de Pablo: «Era Jesucristo mismo que actuaba a través de Pablo y de Bernabé, como actúa a través de todos nosotros si dejamos que Él ocupe nuestra existencia y nuestra vida». Y a pesar de las dificultades, de las persecuciones –«a lo mejor no entendidos por mucha gente»–, «lo importante es que dejemos habitar a Jesucristo en nuestra existencia, que dejemos que Él ocupe nuestra vida».

Por eso, animó el purpurado a fiarse de Jesucristo, a confiar en el Señor, que se manifestará en la vida de cada uno: «Tendremos alegría, tendremos paz, tendremos capacidad para aguantar todo lo que venga en nuestra vida, porque el Señor nos da una fuerza que no tiene límites, capacidad para afrontar todo».

Si amamos al Señor, «Él estará en nosotros, hará morada en nosotros, y obraremos como él obra», aseveró el arzobispo. Y puso como ejemplo la vida de los santos, recordando especialmente a san Juan Pablo II, del que este 18 de mayo se celebrará el centenario de su nacimiento, y cómo manifestaba el amor de Dios a los hombres. También a otra mucha gente, «algunos conocidos vuestros», que sienten tal amor del Señor en su vida «que son capaces de regalarlo a los demás sin más».