Madrid

Ubicada en Vicálvaro, en la zona de Valderribas, la parroquia Santa Teresa de Calcuta (Minerva, 58) ha seguido abierta durante el estado de alarma.

Así, a través del canal de YouTube ha mantenido el culto mediante celebraciones en directo. Y, como explica el párroco, Bernabé Sanz, «con los grupos de la parroquia nos hemos visto todas las semanas». Encuentros virtuales a través de los cuales se ha cuidado la oración comunitaria y las catequesis de jóvenes, niños y matrimonios.

En la pastoral de la salud, han atendido por teléfono a las personas que se encontraban solas. Y han visitado a los enfermos hospitalizados.

Cáritas

En el campo de la acción social, la parroquia ha continuado atendiendo a las 135 familias a las que se venía haciendo un seguimiento desde antes de que comenzara la pandemia. «De ellas, unas 30 son del barrio, y las otras 100 de La Cañada Real: musulmanes y gitanos. Todas ellas recibían un lote de comida al mes», apunta Bernabé.

A estas se han añadido, desde el inicio de la crisis, 205 unidades familiares «de todo Vicálvaro. Muchas de ellas han sido derivadas desde el Banco de Alimentos, que nos ha elegido como punto de reparto para la zona». «Son familias extranjeras, muchas procedentes de países de América Latina o de Europa del Este, que viven alquiladas, y que tenían trabajos precarios».

Y es que, asegura, «estamos viviendo una situación muy dramática, porque mucha gente vive al día y no tienen para comer».

Todos ellos han recibido durante el confinamiento un lote de alimentos perecederos y no perecederos, que los voluntarios de la parroquia iban a buscar al almacén del Banco de Alimentos. «Somos conscientes de que esto no lo resuelve todo», afirma Bernabé. Por eso, desde el lunes comenzarán a repartir «250 menús diarios donados por World Central Kitchen, para las familias más vulnerables».

Si alguien quiere colaborar con la parroquia en esta acción social puede hacer una transferencia al siguiente número de cuenta: ES30 0075 0873 77 0601148752.

Culto con fieles

Desde el pasado 18 de mayo, la parroquia ha abierto sus puertas al culto con fieles respetando las normas para ello establecidas.

Así, los horarios de apertura del templo son:

• De lunes a sábado: de 9:00 a 13:00 y de 17:00 a 21:00 horas.
• Domingos: de 10:00 a 14:00  y de 19:00 a 21:00 horas.

Con un aforo en esta primera fase para 150 personas, las eucaristías se celebran en el siguiente horario:

• De lunes a sábado: a las 9:30 y a las 19:30 horas.
• Domingos: 11:30 horas (Misa de familias), 13:00 y 19:30 horas.

Además, a través del canal de YouTube de la parroquia se sigue emitiendo la Misa de las 11:30 horas de los domingos, y el rezo del rosario todos los días a las 20:00 horas.

Como positivo, el párroco destaca que «hemos vivido experiencias de conversión verdaderas», asegura el párroco. «Y estamos trabajando mucho más con el Banco de Alimentos». Y es que «el tema es servir, no que te sirvan», concluye.

El 11 de junio, jueves, la Iglesia celebra la festividad litúrgica de san Bernabé, apóstol.

La parroquia de San Bernabé (San Feliú de Guixols, 9), en Vallecas, honrará a su titular con una solemne Eucaristía. Programada para el domingo 14 de junio, dará comienzo a las 13:00 horas. A su término, y si la situación lo permite, habrá un pequeño encuentro festivo con los feligreses en los soportales del templo.

Culto con fieles

Desde el pasado 18 de mayo, la parroquia ha abierto sus puertas al culto con fieles respetando las normas para ello establecidas.

De lunes a sábado, se celebra la Eucaristía a las 20:00 horas. Y los domingos, a las 10:00 y a las 13:00 horas.

Carlos Marcilla, el párroco, explica que «la parroquia está ubicada en un barrio, Alto del Arenal, con mucha gente mayor. Por eso, de momento hay mucho respeto para venir a la iglesia, así que este domingo no hubo problemas para respetar el aforo».

Cáritas

Desde el inicio del confinamiento al que hemos estado sometidos, la Cáritas parroquial tuvo que dejar de funcionar. «Hay un equipo de voluntarios muy bueno, pero la responsable enfermó con el coronavirus, y había personas mayores. Así que no han podido prestar su servicio de atención», explica Marcilla. Una situación que se prolongó durante el primer mes y medio del estado de alarma.

«Antes acudían muchas personas a Cáritas. Y Con esta crisis, han surgido nuevas situaciones», prosigue. «A las más urgentes se las atendía con comida» y «se les ofrecía información del servicio de Cáritas de la Vicaría IV y de los Servicios Sociales de la zona». «Nadie ha quedado sin atención», asegura, gracias «a una buena coordinación entre todas las parroquias de este arciprestazgo, el Dulce Nombre de María, y la Cáritas de la Vicaría IV».

En esta primera fase, apunta, «se está contactando con la gente para volver a la normalidad» y «se están valorando las nuevas situaciones surgidas durante estos meses».

Hospital Infanta Leonor

Carlos Marcilla compagina su tarea de párroco con la capellanía del Hospital Infanta Leonor.

Durante la pandemia, se ha turnado con otro compañero para atender a los pacientes ingresados en el centro médico. «Ha habido momentos muy duros, pero hemos intentado llevarlo adelante ayudándonos y apoyándonos entre los dos. Por ejemplo, yo estuve confinado unos días por unos picos de fiebre, y mi compañero hizo frente a la situación», afirma. «Ahora, todo está muy bien. Ha cambiado mucho el panorama», concluye.

La madrileña hermandad del Silencio, a través de su vocalía de Caridad y Acción Social, continúa trabajando para atender a todos los hermanos, personas, asociaciones o colectivos que puedan necesitarlo. Y más aún en las actuales circunstancias que estamos padeciendo como consecuencia de la crisis sanitaria del COVID-19.

En esta ocasión, han hecho entrega de un considerable lote de alimentos y productos de primera necesidad a la parroquia Madre del Buen Pastor (San Mario, 81), que desarrolla una importante actividad asistencial a familias necesitadas del barrio de San Fermín, Orcasitas, La Meseta y El Espinillo.

Continúan los Foros de Encuentros Interdisciplinares organizados por la Fundación Pablo VI con el objetivo de tratar de mirar al mundo después de la pandemia del COVID-19 desde la perspectiva de filósofos, teólogos, políticos, economistas y otras personalidades del mundo de la cultura o la ciencia.

La próxima sesión tendrá lugar el martes 2 de junio. Bajo el título ¿Un nuevo orden económico?, este tercer diálogo online analizará el escenario que se abre tras la pandemia del COVID-19 en el ámbito de la economía mundial, su impacto en el trabajo, en las empresas, en las relaciones laborales, etc. Contará con las aportaciones de Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, y monseñor Joseba Segura, economista y obispo auxiliar de Bilbao.

Se podrá seguir de 13:00 a 14:00 horas a través del canal de YouTube de la Fundación. Inscripciones en este enlace.