El 28 de junio, domingo, la Iglesia celebra la festividad litúrgica de san Ireneo de Lyon.
La parroquia de San Ireneo (General Kirkpatrick, 26 bis) honrará en esta jornada a su titular.
Dada la situación excepcional que estamos viviendo, los cultos se centrarán en una Misa solemne. Presidida por el párroco, Pedro Manzano, dará comienzo a las 12:00 horas. A la misma se invitará a participar de manera especial a toda la comunidad parroquial.
Culto con fieles
Desde el pasado 18 de mayo, el templo ha abierto sus puertas al culto con fieles respetando las normas para ello establecidas.
Pedro Manzano explica que «en estos momentos tenemos un aforo de unas 100 personas. Por eso, hasta el mes de septiembre hemos decidido cambiar el horario de las eucaristías. Así, durante la semana solo habrá una Misa, a las 20:00 horas. Los domingos, hasta julio, celebraremos la Eucaristía a las 10:00, a las 12:00, a las 13:00 y a las 20:00 horas. Pero en julio y agosto se suprimirá la de las 13:00 horas».
Acción social
Desde el inicio de la pandemia, la Cáritas parroquial «tuvo que suspender la atención presencial, porque sus voluntarios son mayores. Alguno de ellos incluso ha estado enfermo, con coronavirus».
Sin embargo, «la parroquia no se ha paralizado. Hemos seguido ayudando, aunque no ha habido reparto físico de alimentos. En su lugar, hemos dado vales por un importe determinado, para que las familias hicieran la compra en tiendas de la zona, o les hemos ingresado ese dinero en sus cuentas bancarias. También hemos ayudado con pagos de alquileres, en coordinación con Cáritas Vicaría II».
Ubicada en el barrio de la Concepción, «tenemos como dos realidades sociales en el barrio. De ellas, en la zona obrera es donde más ha golpeado esta crisis». «Desde esta semana, la Cáritas parroquial ha abierto sus puertas para la acogida. Sobre todo, para situaciones de nueva necesidad, para conocer su realidad y poder ayudarles».
Recogida de donativos
Pedro Manzano confiesa que, «aunque la parroquia no ha puesto en marcha una campaña de recogida de donativos, desde que la gente comenzó a venir al templo, he aprovechado las misas dominicales para sensibilizar a la gente. Les he hablado desde la realidad que ellos conocen, de las familias a las que estamos ayudando, de las nuevas situaciones que están viniendo… Y de la necesidad de seguir ayudando a Cáritas para que pueda seguir prestando apoyo a los más necesitados», concluye.
