Madrid

El obispo de Vitoria, monseñor Juan Carlos Elizalde, entregó los premios Cari Filii 2016, con los que se busca aumentar la devoción a la Virgen María y la promoción de los lugares de tradición mariana a través de trabajos periodísticos.

Durante la ceremonia recordó cómo el Papa Francisco lo animó a transmitir la alegría a su diócesis. Monseñor Elizalde contó a los presentes que en su reciente encuentro con el Santo Padre, le hizo una broma: «¡Pues que le aguanten y que le quieran... y que le sea leve!», le dijo. El Papa también lo animó a conservar la alegría: «Los pastores tenemos que comunicar ánimo a las comunidades».

En ese sentido, el prelado animó a los cristianos a llevar la alegría al mundo secularizado porque «solo los que tenemos la experiencia de la misericordia de Dios podemos transmitirla».

El obispo entregó el primer puesto de los premios Cari Filii 2016 a Jesús García y Borja Martínez-Echevarría, periodistas y escritores, por su reportaje audiovisual titulado “Mater Misericordiae”, mientras que el segundo premio fue para el psicólogo y profesor peruano Juan Francisco del Rosario Nieto por su artículo “¡María, préstame tus ojos!”

Durante la ceremonia de entrega, el obispo destacó cinco expresiones en las que el Papa Francisco hace referencia a la Virgen María.

En ese sentido apuntó que la Virgen es «parte y puerta de la misericordia», porque sintetiza «todos los aspectos maternales de la misericordia de Dios». En la expresión de «Iglesia en salida hacia las periferias, hacia los pobres, hacia los últimos», el prelado recuerda a la Virgen visitando a su prima Santa Isabel, que embarazada, necesitaba de su ayuda.

Como tercer punto, el obispo subrayó que «el hilo conductor de las parábolas de la misericordia es la alegría», y recordó que en todas ellas culminan con una fiesta. «La vivencia de la misericordia es la alegría de saberse amado incondicionalmente», afirmó, y evocó el misterio de las Bienaventuranzas, porque donde está «la verdadera alegría» es precisamente en los la pobreza, el dolor y la persecución.

Monseñor Elizalde animó a «guardar en el corazón», como la Virgen María, los acontecimientos de la vida para «dar lugar a opciones y discernimientos lúcidos».

Como último punto recordó las bodas de Caná, en donde «el papel de María es convertir el agua insípida de la vida en el mejor vino de boda».

La fundación Cari Filii tiene como objetivo impulsar, promover y desarrollar los estudios, el conocimiento y la devoción a la Virgen María, contribuir a la difusión de los mensajes de las apariciones marianas reconocidos por la Iglesia.

Además promueve una «geografía de la fe» y de la piedad mariana difundiendo las peregrinaciones a Tierra Santa y santuarios marianos donde el hombre de hoy se puede encontrar con Dios y con su Madre.

También busca promover desde los principios de la fe cristiana la dignidad de la mujer como persona, esposa y madre.

La Fundación Santísima Virgen y San Celedonio, residencia para mayores atendida por las Hijas de la Caridad, cumple 100 años de existencia. Con este motivo, este miércoles se ha desarrollado un acto conmemorativo que ha contado con la presencia del arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, acompañado por Mauricio Valiente, concejal presidente del distrito de Chamartín, y por Antonio J. Naranjo, gerente de la Fundación.

Naranjo ha realizado un recorrido histórico de la fundación, desde sus inicios hasta el día de hoy, resaltando el objetivo de la misma, centrado en la «atención asistencial e integral a personas mayores, con distintos grados de dependencia», a las que «se prestan cuidados humano-sanitarios, se les facilita la convivencia, se les potencia la afectividad y se les proporcionan vías de participación y de integración social». Por su parte, Valiente ha agradecido la invitación al centenario porque «estar allí, acompañando ese acto, es un motivo de alegría y un deber cumplido que forma parte de las responsabilidades como gobierno de la ciudad de Madrid». Las ciudades, ha dicho, «no solo son sus edificios, son también las personas que las viven, y se construye ciudad con el impulso, con la generosidad y con tender la mano a los demás».

El arzobispo de Madrid ha entregado a sor Antonia González, hermana visitadora de las Hijas de la Caridad de san Vicente de Paúl, una placa conmemorativa por sus años de servicio. El prelado ha ensalzado la labor «incansable» de las Hijas de la Caridad, «la vida que han puesto en esta institución durante estos 100 años», porque «el humanismo verdadero hay que mostrarlo con obras, los que somos cristianos y todos los hombres y mujeres de buena voluntad». Nacidas en torno a esa «intuición maravillosa» de san Vicente de Paul, ha destacado, «ellas lo siguen haciendo hoy, y no solamente aquí, sino en tantas partes del mundo donde están presentes». Porque «todas las culturas, todas las lenguas, todos los pueblos están participando de las Hijas de la Caridad, y por eso: gracias».

A continuación, el prelado ha presidido una Eucaristía en la iglesia de San Jorge –anexa al centro asistencial–, acompañado por residentes, hermanas de la Caridad y personal del centro. En la homilía, monseñor Osoro ha confirmado que, a la luz del Salmo 15, «esta mañana reconocemos que el Señor es nuestro bien», que «no queremos tener dioses extraños, sino acoger el Dios verdadero que se va hacer presente en el misterio de la Eucaristía». Así, ha animado a todos los feligreses a «tener siempre presente en nuestra vida y en nuestro camino al Señor», ya que «este es el camino que ha tenido esta institución durante 100 años: se hizo una institución que fuese alabanza y gloria de Dios», y «quiere seguir haciéndolo porque la alegría nuestra está en el Señor y la encontramos en Él».

Además, ha pronunciado «tres palabras» que «quisiera que quedasen en vuestra vida y en vuestro corazón: caminad con el Dios verdadero, vivid la plenitud y sed grandes haciendo reino de Dios». «El Reino de Dios –ha señalado– es un reino de paz, de verdad, de justicia, de amor, de entrega, de servicio, de fidelidad, de considerar al otro más importante que uno mismo, de no retirar a nadie de mi vida, de tener cerca de todos...». Por eso, «creed en el Dios que se hace presente aquí, sed hermanos, hijos de Dios y construid ese reino que se construye no con nuestras fuerzas, sino con la gracia del Señor, que se hace presente aquí, entre nosotros». Finalmente, ha alentado a los presentes a celebrar este centenario así, «con esta palabra que el Señor nos entrega».

Para ver una galería completa del encuentro, puede visitarse este enlace.

Con la asistencia de 165 asambleístas entre voluntarias/os, Hijas de la Caridad y Padres Paúles, ha tenido lugar, los días 4 y 5 de junio, en la Residencia de San José en El Escorial, la Asamblea General 2016 de AIC-España.

A las 10:00 horas comenzó el encuentro con el saludo de la presidenta Nacional, Rosa María Cenalmor, dando la bienvenida a todos los asistentes, y dando las gracias por su presencia a monseñor Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, que dirigió unas palabras de saludo a todos los asambleístas, al tiempo que les animaba a seguir trabajando dentro de la misión de la Iglesia al servicio de los pobres. En su intervención, el prelado invitó a los presentes a reflexionar sobre el corazón de Jesucristo y el corazón de su Santísima Madre, que cada uno de los presentes tendría que transplantar en sí mismo para que la llamada a la Asociación sea la de «ser médicos» de los hombres como lo fue Jesús, teniendo un corazón compasivo y misericordioso.

A continuación, la presidenta Internacional Alicia Dhune, y el superior general de la Congregación de la Misión, Padre Gregorio Gay, C.M. saludaron a los asambleístas mediante video –conferencia. Y seguidamente se dio lectura a las cartas de adhesión que se habían recibido: de la madre general, Sor Kathleen Appler, la consejera general, Sor Carmen Pérez, el padre José Luis Cortazar, C.M., anterior consiliario Nacional, las visitadoras de las Provincias de las Hijas de la Caridad, los visitadores de los Padres Paúles, Rafael del Río, presidente de Cáritas Española, Tayde de Callatay, directora general de AIC-Internacional, Carmen Cañón, presidenta del Foro de Laicos y Carmen Ferrer, anterior Presidenta Nacional.

También acompañaron a los asambleístas el padre Irving Gabriel Amaro, C.M., subdirector Internacional de JMV, Linette Morales, secretaria Internacional de JMV, y el padre Paulino Sáez, C.M., representante del visitador de la Provincia de Zaragoza.

Después de cumplimentar la parte estatuaria de la Asamblea, en la que se presentaron los informes de las nueve Delegaciones Regionales, la presidenta Nacional presentó a las nuevas delegadas regionales: Exaltación Cruz Torre como nueva delegada regional de San Sebastián y María Rocío Fernández Jiménez como nueva delegada regional de Sevilla.

Durante toda la tarde del sábado, los asambleístas debatieron y trabajaron en las modificaciones de los Estatutos de la Asociación, con el fin de actualizarlos.

La mañana del domingo comenzó con la Eucaristía presidida por el padre Celestino Fernández , C.M., consiliario Nacional de AIC-España. Y se continuó con el mismo trabajo de la tarde anterior. Después de una pausa, la presidenta Nacional comunicó que del 12 al 15 de marzo de 2017 se va a celebrar el 400º Aniversario de la Fundación de la AIC y también la Asamblea Internacional en Chatillón ( Francia), donde San Vicente fundó la primera Cofradía de la Caridad en 1617. El lema de la Asamblea Internacional va a ser 400 Años con San Vicente, construyendo juntos para darle vida a la Esperanza. Con este motivo se ha anunciado un Año Jubilar, que se iniciará el 8 de diciembre del 2016 (aniversario de la fundación oficial de la Primera Cofradía de la Caridad) y terminará el 10 de diciembre de 2017.

También se presentó el Premio Crecer Con San Vicente, concedido y sufragado por los Grupos de AIC de la diócesis de Madrid. Este premio consiste en premiar aquellos proyectos propios que tengan como objetivo la alimentación de los más pequeños. Se presentaron 6 proyectos, quedando como Primer Premio (dotado con 3.000 euros) el Proyecto Refuerzo alimenticio para niños en situación de precariedad, del Grupo La Milagrosa de AIC-Teruel, y como Segundo Premio (dotado con 2.000 euros) el Proyecto Danok Batera («Todos a una») del Grupo Luisa de Marillac de AIC- Bilbao.

Después de un espacio de diálogo abierto entre los asambleístas, con ruegos y preguntas, Rosa María Cenalmor procedió a clausurar la Asamblea, agradeciendo a todos su asistencia y participación, en especial a la delegación regional de Granada, que había preparado la Liturgia con esmero y generosidad, y agradeciendo también a los miembros del Secretariado Nacional por su esfuerzo para llevar a cabo la Asamblea. La presidenta Nacional terminó asegurando que «es muy importante nuestra continua renovación, y también, cómo no, nuestra fidelidad a nuestras raíces. Pero, una Asociación como la nuestra, no se consigue con el entusiasmo de una sola persona, sino con el compromiso de todos. Y para ser fieles a este compromiso, es necesario encontrar fuerzas en la Oración y en la Eucaristía. Transmitir nuestro agradecimiento a vuestras familias y comunidades, que hacen posible la celebración de esta Asamblea, al prescindir estos días de vosotros. Feliz regreso y que Dios, San Vicente y Santa Luisa de Marillac nos acompañen en el trabajo y en el servicio a los más pobres».

La facultad de Filosofía de la Universidad Eclesiástica San Dámaso (c/Jerte, 10) organiza un curso para profesores y doctorandos con el tema Stato, democracia e questione religiosa impartido por el Dr. Vittorio Possennti, miembro del Comité Nacional de Bioética, de la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales y de la Academia Pontificia de Santo Tomás de Aquino.

Dirigido por Víctor Tirado San Juan, se impartirá desde hoy y hasta el viernes 10 de junio en la sala de Claustros de la UESD.