- Titulo: Ediciones Paulinas
«¿Hemos abandonado a los cristianos árabes?». Esta fue la pregunta a la que se quiso dar respuesta ayer en la presentación del libro Arrancados de la tierra prometida, de Óscar Garrido Guijarro, editado por San Pablo. El acto, que se celebró en el Centro Universitario Villanueva, adscrito a la Universidad Complutense de Madrid, contó con la presencia, además del autor, del periodista Ángel Expósito, director de presentador del programa La Tarde de Cope, y de Florentino Portero, analista político, director del Grado en Relaciones Internacionales y del Máster en Acción Política de la Universidad Francisco de Vitoria. Entre el público asistente, familiares y amigos del autor, estudiantes de los centros citados y algunas caras conocidas, como los diputados Pablo Casado y Carlos Floriano. También, miembros de Ayuda a la Iglesia Necesitada, el director editorial de San Pablo, Octavio Figueredo, y representantes de diversos medios de comunicación. Arrancados de la tierra prometida nos ofrece el desgarrador testimonio del drama que viven las comunidades árabes cristianas en el Oriente Medio: restricciones de la libertad, persecuciones, amenazas de muerte, emigración forzosa...
Introdujo el acto Ángel Expósito, quien destacó que Arrancados de la tierra prometida «nos habla de aquí al lado, de donde empezó todo», y hemos llegado a un absoluto olvido y desesperanza para ellos, «un olvido incomprensible». A partir de sus palabras, en las que fue intercalando algunos comentarios fruto de sus viajes a la zona (en Oriente Medio, incluso para los cristianos, España, aquello que se identifica con Cristiano Ronaldo, con el Real Madrid, con el Barça... «sigue siendo Al Andalus»), el periodista condujo la presentación a modo de entrevista, preguntando al autor y al profesor universitario por la situación de estas comunidades.
¿Qué situación viven? Los cristianos árabes –explicó Florentino Portero– han vivido en una especie de vasallaje, que supone un reconocimiento por su parte de que han sido derrotados, de que son inferiores porque no pertenecen al islam y deben su vida a la renuncia a unos derechos que los asemejan a un musulmán. Pero un vasallaje que implicaba una protección hacia ellos por parte de los musulmanes. Esa protección es la que ahora ha desaparecido.
¿Cifras? Difícil conocerlas. Sabemos que es una presión constante por la cual los cristianos abandonan progresivamente sus tierras, porque ven que no hay futuro.
¿Podrán volver los refugiados a sus casas? Irak y Siria –reconoce Óscar Garrido– son los países más castigados. Todo el norte de Irak forma parte ahora mismo del Estado Islámico. Les va a resultar muy difícil regresar a sus tierras. Para ellos es más fácil adaptarse a una nueva vida en Europa, porque son cristianos y el cristianismo está en la base de Europa.
¿Por qué resulta tan difícil hablar de esto? Se está empezando a hablar de ello, pero no es suficiente, dice Óscar Garrido. Hemos empezado a hacer caso –observa Ángel Expósito– cuando han empezado a atentar en Europa. No, no es suficiente, tenemos que hablar mucho más de esto, concluye.
¿Quiénes son los coptos, los maronitas, los melquitas, los caldeos...? Son –explica Óscar Garrido–, comunidades cristianas que están en los orígenes del cristianismo, cada una con su estructura y sus características específicas, que viven en Egipto, en Siria, Líbano, Irak, Palestina...
¿Los hemos dejado abandonados? ¿Les hemos olvidado? No debemos ni podemos olvidarlos. Ellos no quieren una intervención militar, porque es mucho más perjudicial para ellos: al ser atacados por cristianos (a los países occidentales se nos percibe como cristianos, dice Florentino Portero), los musulmanes se vengan en los cristianos que residen en su país. Debemos buscar otros modos de intervenir, con educación, con inversiones, que den otra salida a la población que no sean la emigración o la guerra.
Hemos de reconocer –señala también Florentino Portero– que el cristianismo en estas zonas está muy sustentado por muchas órdenes religiosas, franciscanos, sobre todo, pero también otras muchas congregaciones, que también reciben nuestro apoyo. Y dentro de ellas, hay muchos españoles allí. Nuestros servicios exteriores siempre les han dado cobertura.
Qué maravilla es poder identificarse con este gesto de Nuestro Señor Jesucristo, qué maravilla es poder identificarse con este gesto de este hombre, prototipo de la fe en Dios, que es Abraham. Salimos también nosotros. Gracias porque en vosotros se expresa la necesidad y el cumplimiento que tiene que tener la Iglesia de Cristo para poder anunciar el Evangelio. Gracias por este camino que vais a hacer.