- Titulo: MCS
El próximo sábado 22 de octubre, a las 18:00 horas, la solidaridad tiene una cita en el salón de actos del Colegio Divina Pastora (c/María de Guzmán 14, esquina c/ Santa Engracia - metro Cuatro Caminos). Allí el cantautor Luis Guitarra y la narradora oral Carmen Sara compartirán con el público sus Relatos y Canciones para despertar el alma, un espectáculo pensado para toda la familia en el que a través de la música y las historias, a la vez que se pasa un buen rato, se podrá reflexionar sobre los valores de la solidaridad.
Durante la actuación, promovida por el Voluntariado Misionero María Ana Mogas, los jóvenes de este movimiento franciscano presentarán el proyecto Casa del Joven, una iniciativa que quiere ofrecer alternativas al consumo de drogas y alcohol para otros jóvenes menos afortunados que ellos que, en la ciudad de San Pedro (Argentina), viven una dura realidad de pobreza y exclusión social. Los jóvenes españoles del Voluntariado Misionero conocieron este proyecto de la Fundación Ladesol y se sintieron interpelados a hacer algo para cambiar esa realidad. Esta actuación se suma a otras acciones solidarias que están desarrollando por España.
Sobre el proyecto Casa del Joven
En estos momentos la comunidad de San Pedro (una ciudad argentina de la provincia de Misiones y cabecera del departamento homónimo) está conmocionada por el alto consumo de drogas en preadolescentes y jóvenes del lugar. Las hermanas Franciscanas Misioneras del Divino Pastor, que desde hace décadas llevan desarrollando allí su misión entre los más pobres, especialmente a través del campo de la educación, denuncian cómo cuando los chicos acaban la etapa de estudios obligatorios se encuentran sin recursos para afrontar su futuro, rodeados de un entorno hostil de violencia y delincuencia donde la vía de escape más fácil es el alcohol y el consumo de drogas, generando un cadena de destrucción que afecta a sus vidas, las de sus familias y las de toda la comunidad.
Para dar respuesta a este problema, a través de la Fundación Ladesol se ha ideado el proyecto Casa del Joven, concebido como un espacio que por un lado contenga a los preadolescentes y jóvenes ofreciéndoles formación y alternativas de ocio a fin de evitar su acceso al consumo de sustancias y por otro lado acompañe la reinserción al sistema educativo y oriente a las familias. Desde este espacio se promoverá el acceso a la salud, la educación y el trabajo, restituyendo, así derechos básicos vulnerados. Este abordaje, se realizará por medio de cinco ejes fundamentales, la contención, la educación, la recreación, la derivación terapéutica y la capacitación de agentes. Todo esto, para la formulación de un proyecto de vida individual y comunitaria, sin las consecuencias nocivas del consumo.
Sobre el Voluntariado Misionero María Ana Mogas
El Voluntariado Misionero María Ana Mogas, de las Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor, está integrado por jóvenes de España y Portugal que, sintiéndose llamados a transformar las injusticias de la sociedad, desde el acompañamiento y la formación se preparan para realizar experiencias de voluntariado en sus países y fuera de sus fronteras, en distintos proyectos de misión para la promoción humana. Desde este Voluntariado, se intenta responder a un nuevo paradigma de misión que evite la concepción de asistencialismo y la separación del mundo en Norte-Sur.
Sobre la Fundación Ladesol
Ladesol (Lazos de Solidaridad) es la Fundación de las Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor, congregación religiosa fundada por la Beata María Ana Mogas presente en diversos países de África, América y Europa, donde realizan su trabajo al lado de los más pobres y necesitados. Entre los objetivos de la Fundación está promover el desarrollo de los pueblos desde las propias culturas, valores y potencialidades, en aquellos lugares donde la congregación está presente; crear una estructura que facilite atender las necesidades de los que más sufren las causas de una sociedad injusta, coordinando esfuerzos y dinamizando procesos; crear espacios de participación social y un cauce de solidaridad que se encuadra como una opción evangélica; y promocionar el voluntariado, tanto en los países en vías de desarrollo como en zonas de pobreza y exclusión en Europa.